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Proyecto de estudios de las culturas cristiana, judaica y musulmana

Está patrocinado por un "grupo de cristianos" de Sevilla

Un ambicioso proyecto para levantar sobre los terrenos del Prado de San Sebastián un complejo de edificios destinados a la exaltación de la tolerancia y al encuentro de las culturas cristianas, judaica y musulmana ha sido presentado a la opinión pública sevillana por el periodista José M. Javierre, el publicista Antonio Cascales, y los arquitectos María Cruz y, Luis Gómez Stern.

El Centro Internacional del Prado de San Sebastián constaría de tres áreas diferenciadas: de evolución monumental, instrumental y pedagógica. En la primera estaría situada una plaza de las tres culturas, presidida por un monumento de desagravio a las, víctimas de la intolerancia (en el Prado tuvo lugar, en 1481, el primer auto de fe de la Inquisición española), un ágora de las preces y un palacio de congresos con capacidad para 3.000 personas. El conjunto estaría presidido por un Centro Internacional de Estudios que trabajaría permanentemente en la formalización de un derecho internacional positivo aceptado por todos los pueblos del Próximo Oriente: delimitación de fronteras, espacios aéreos, acuerdos de pesca...

Instituto de Investigación

El área instrumental la integraría un Instituto de Investigación Científica que, en colaboración con las universidades de los países interesados, estudiaría los problemas comunes del borde inferior del Mediterráneo: defensa de cultivos en zonas semidesérticas, técnicas para frenar el avance de los desiertos, etcétera. Por último, el área pedagógica se encaminaría, bajo el patrocinio de la Unesco, a la enseñanza de la tolerancia a los sectores juvenil e infantil y a profesionales de distintas especialidades, «a todos los cuales se ofrecerían ocasiones de reflexión e intercambio para un encuentro válido a la búsqueda de fundamentos sólidos de concordia entre las culturas».

Solar baldío

El proyecto se presenta como una aportación más al necesario debate sobre la utilización que, finalmente, habrá de darse a los 68.000 metros cuadrados del Prado de San Sebastián. Desde 1847, el Prado -ya muy recortado en su extensión inicial- era el reciento donde se venía instalando la famosa feria de abril sevillana. Al trasladarse ésta en 1974, el Ayuntamiento elaboró un anteproyecto para convertir estos terrenos en un gran centro comercial, que encontró una fuerte oposición ciudadana, por lo que fue abandonado. Desde entonces, el solar sigue baldío, a la espera de una realización que sirva a los ,intereses de la comunidad.

Reconciliación

Este es el origen de la propuesta de «un grupo de cristianos» -así se denominaron los promotores-, de convertir el Prado en un espacio de reconciliación de tres culturas antes enfrentadas. «¿Qué mejor lugar para ello que este Prado de San Sebastián, donde durante siglos judíos, conversos, moriscos y luteranos encontraron la muerte, víctimas de la intoleranciá? », ha comentado a EL PAIS José María Javierre, director del semanario Tierras del Sur, y uno de los patrocinadores de la idea.

Este grupo, no vinculado a ningún partido político, según sus integrantes, ofrece a la ciudad y al futuro Ayuntamiento democrático un proyecto que no supondría, por otra parte, sacrificio económico para el municipio, que sólo cedería los terrenos para ese centro internacional con estatuto de zona franca. Los mismos promotores confían en que el coste de edificación, calculado en 1.500 millones de pesetas, sería sufragado internacionalmente y, a tal efecto, ya han iniciado contactos con personalidades de los países implicados.

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