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La americana Barbara Margolis habla sobre su primer largometraje

La realizadora americana Barbara Margolis ha presentado su filme On the line, en el Festival de Benalmádena y en la Filmoteca Nacional. Se trata del primer largometraje que dirige. Antes colaboró en películas como La tierra prometida, de Miguel Littin, La expropiación, de Raúl Ruiz, Puerto Rico; paraíso invadido, de Alfonso Beato y Cuando el pueblo se despierta.

On the line y Puerto Rico: paraíso invadido, los hemos producido en la Latin A merican Film Project que fundamos hace cuatro años, dice Barbara Margolis. Somos profesionales del cine. Sobrevivimos con otros trabajos. Estas películas las hacemos en el tiempo libre, aportando cada uno nuestro trabajo, en cooperativa. No sabemos si podremos continuar produciendo de esta forma, en total independencia. En Estados Unidos muchos han adoptado la fórmula de coproducir con la televisión. Tenemos muchos problemas para distribuir nuestras películas. Lo ideal sería distribuirlas nosotros mismos. Pero si te dedicas a la distribución. ¿cuándo realizas y produces las películas?La Latin American Film Project tiene su sede en Nueva York. Este año la película de Alfonso Beato Puerto Rico..., se paso en la cadena ABC de televisión, dentro de un programa político. «Fue todo un triunfo. Algo increíble, En Estados Unidos no existe una represión abierta a este tipo de cine como en algunos países de Africa o América Latina, pero tampoco existe ningún tipo de apoyo, de facilidad.

On the line supuso para Barbara Margolis dos años de trabajo. « Mi película trata de tres cosas aparentemente desconectadas: el desempleo, la huelga de la Co-op City y la huelga de la Ford. En Estados Unidos cada problema se muestra como un problema aislado: Vietnam, la energía nucelar, la ecología, etcétera. Esta manía de separar las cosas es una institución. Esto forma parte del método de dividir las diferentes formas de lucha de la gente. A los americanos de mi generación, los que tenemos treinta años, nos cortaron toda relación con nuestra historia. De aquí la obsesión que hay en mi película, por mostrar los procesos históricos, por situar lo que hoy ocurre dentro de un marco histórico. Afortunadamente, parece que, desde la guerra del Vietnam, la gente se plantea más seriamente estas cosas, han tomado conciencia de toda una serie de problemas. De las 60.000 personas que tomaron parte en. la huelga de Co-op City, muy pocos habían participado en los movimientos obreros de los años treinta. Sin embargo, la gente tenía ideas muy claras sobre el problema. A mí concretamente, me sorprendió mucho la forma en que eran capaces de expresar estas ideas. En ningún momento tuve que buscar a los que mejor se expresasen. Durante los trece meses que duró la huelga, estuvimos en , Co-op City. Rodando y conviviendo con los huelguistas. En todo ese tiempo la televisión sólo acudió dos veces.»

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