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Alemania: la energía nuclear acerca a democristianos y socialdemócratas

El programa sobre energía nuclear en la República Federal de Alemarúa (RFA) puede convertirse en el vínculo que una a la Democracia Cristiana (CDU) y a la Socialdemocracia (SPD) en una nueva «gran coalición», esta vez con adhesión liberal. El Gobierno de Bonn ha repetido que es absolutamente imposible renunciar al programa atómico en los términos planteados hasta ahora, y que el objetivo con los social-liberales, gavatios en 1985- sigue en pie. La derecha alemana coincide en este objetivo con los socialfi berales, desconsiderando la resistencia del hombre de la calle que pide garantía antes que desarrollo atómico.

Opción desde el poder suena al ciudadano medio como un chantaje: si no se doblega la resistencia popular ante los planes del Gobierno, compartidos por la oposición parlamentaria, en 1985 se impondrá un ahorro energético del 10 % y en el año 2000 de un veinte.

El plan de austeridad se discutirá en septiembre y su redacción dependerá de la solución política que se dé al problema. Si la discusión del presupuesto, general y del plan atómico significase el enfrentamiento de un sector de los diputados socialdemócratas y de algunos parlamentarios liberales, es muy posible que entonces los dos partidos conservadores -las dos alas democristianas- más los «moderados» de la coalición en el poder hagan al empresariado alemán el gran regalo de la segunda «gran coalición» de la posguerra.

Encuentro secreto

En la RFA ha caído como una bomba la noticia, insuficientemente desmentida, de un encuentro secreto entre Wehner, jefe de la fracción parlamentaria socialdemócrata, y Strauss, líder ultraconservador bávaro. El primero, hizo en abril a la revista americana Readers Digest un comentario muy elogioso sobre el barón von Guttenberg, fallecido hace ahora cinco años. Guttemberg, hombre «histórico» del Partido Cristiano Social de Baviera, que dirige Strauss, fue con Wehner el creador de la gran coalición que gobernó Alemania occidental entre 1966 y 1969. Wehrier respondió en abril a una pregunta sobre una nueva posibilidad de alianza que «por el momento los cristianosociales carecen de un Guttemberg».Desde entonces, el jefe parlamentario del SPD parece haberse ido acostumbrando a la falta de un hombre de prestigio, bien vale unStrauss, porque lo importante es el objetivo: el consenso de todos los partidos mayoritarios para gobernar con holgura, haya o no resistencia en la base electoral.

El Koelner Zeitung, de Colonia, ha dado por segura esta posibilidad sin citar fuentes de información. Por su parte, el líder bávaro se ha limitado a enviar a la redacción un telegrama en el que dice, sin más, que la información es-falsa. Falta la rectificación de Wehner.

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