Un pokemon de gas en el museo del Holocausto
El museo de Washington pide a sus visitantes que no juegen al nuevo 'Pokemon GO' en sus instalaciones por considerarlo inpropiado
El museo del Holocausto de Washington ha pedido a sus visitantes que dejen de jugar a Pokemon GO, el juego de realidad aumentada que, desde que salió al mercado la pasada semana, se ha convertido en todo un fenómeno que ha empujado a los usuarios a explorar localizaciones reales en busca de diferentes pokemons. Muchos lugares han decidido vetar a sus usuarios el uso de Pokemon Go por considerar que el uso recreativo del juego colisiona con el respeto a ciertos lugares físicos, cosa que no pueden controlar si Niantic, la empresa creadora del juego, decide marcar esos sitios como Pokestops, lugares donde los jugadores pueden encontrar pokemons e ítems del juego.
El último en sumarse a estos lugares es el museo del Holocausto de Washington D.C. tras la aparición, en el auditorio Helena Rubinstein, de un pokémon. La imagen escamó especialmente a los responsables del museo por cuanto que se trata del pokémon Koffing, de la primera generación (1996), un pokemon flotante de tipo Gas conocido por expulsar efluvios tóxicos, según informa el Washington Post. El diario envió a un reportero a ver si podía cazar al pokemon en cuestión en el museo sin encontrarlo, por lo que sugiere que la imagen pudiera ser un montaje. Aun así, la instantánea de Koffing flotando en un auditorio precisamente dedicado a los testimonios de los supervivientes de las cámaras de gas ha sido compartida en redes sociales y ha llevado al museo a tomar esta determinación.
"Jugar a esto no es apropiado en el museo", explica al Post Andrew Hollinger, director de comunicación del Museo, que reitera que aunque la institución es proclive a las nuevas tecnologías, "esto es ir demasiado lejos". Desde su salida, solo en estados Unidos ha generado 7,5 millones de descargas, y ha disparado las acciones de Nintendo, la empresa creadora, un 40%. En España el juego no ha aparecido porque la saturación de servidores de los tres primeros países disponibles (Estados Unidos, Nueva Zelanda y Japón), bloquea el lanzamiento global.
Numerosos usuarios de las redes sociales han comenzado a sentir curiosidad por ver qué pokémons aparecen en lugares que puedan ser ofensivos o herir sensibilidades. Así, es fácil encontrar capturas de un Magikarp (una especie de pez) junto al monumento neoyorquino a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, o un Goldeen (también pez) alrededor del memorial de agua del 11S.
Babelia
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