Cataluña tendrá que recortar 2.500 millones con el nuevo objetivo de déficit
Mas-Colell critica a Montoro que el Estado se ha quedado "con una parte muy grande de la tarta" El objetivo aleja la posibilidad de que Cataluña elabore presupuestos para el ejercicio en curso
Cataluña deberá cerrar las cuentas de este año con un ajuste de 2.500 millones de euros como consecuencia del objetivo de déficit del 1,58% que ayer comunicó finalmente el Gobierno central durante el Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado en Madrid. El porcentaje definitivo queda a 0,12 puntos del que el Gobierno catalán fijó el pasado martes como condición para presentar presupuestos para este ejercicio, por lo que dificulta enormemente que la Generalitat se decida a elaborarlos. La decisión final se tomará el martes durante la reunión del ejecutivo catalán.
A la salida de la reunión, el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell se mostró ayer decepcionado con el déficit fijado para Cataluña. La Generalitat lleva meses exigiendo un tope del 2% como condición necesaria para elaborar sus presupuestos. El Mas-Colell resumió la reunión del consejo de ayer como “un triunfo de la meseta sobre el Mediterráneo”, en referencia al déficit asimétrico que el Gobierno fija para las comunidades del centro de la Península y las del litoral, y de la “uniformidad sobre la racionalidad”.
Visiblemente molesto, el consejero lamentó el “acaparamiento” por parte de la administración central de los objetivos de déficit marcados por Bruselas. El Gobierno “se queda cada vez más con una proporción más elevada”, dijo, “prácticamente con cinco sextas partes, lejos del tercio que les correspondería”. Mas-Colell, con todo, calificó de “lucha intensa” las largas negociaciones para pasar del 0,7% inicial a la cifra definitiva del 1,58%. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, restó importancia al voto negativo de Cataluña en el Consejo y lo calificó de “voto político sin trascendencia”. Lo peor, subrayó, es el objetivo de 2014, fijado en el 1%, y la comunicación de que los ingresos por el sistema de financiación autonómica correspondientes al año que viene suponen “una caída de ingresos” de entre 500 y 1.000 millones.
Todo esto apunta a un escenario muy complicado para que el Gobierno catalán presente los Presupuestos que aún tiene pendientes para 2013. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, aseguró el lunes que no pensaba hacer unas cuentas con un límite de déficit inferior al 1,7% por los inmensos recortes que esto implicaba. Ayer, diferentes voces dentro de Convergència i Unió y especialmente en las filas de ERC apuntaban a que no habrá Presupuestos o que será “muy difícil”. “Con el 1,58 de déficit no se pueden hacer presupuestos sin cargarse el bienestar de los más débiles”, clamó el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida. El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, tachó de “esperpéntico” el nuevo objetivo de déficit fijado para Catalunya, mientras que el presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, cifró el recorte presupuestario al que se verá obligada la Generalitat en “3.000 millones menos que el año pasado”. No disponer de esta cantidad, comparó Junqueras, implica que “el Gobierno español nos quita el equivalente a ocho hospitales de Bellvitge”.
La Generalitat ya contaba con no obtener lo que había solicitado: un déficit del 2,1% del PIB, el equivalente al 33% del déficit que se permite al conjunto de las administraciones españolas. Sin embargo, contaba acercarse al máximo a esta cifra. El Gobierno siempre había dicho que en ningún caso toleraría un incremento del déficit a ninguna comunidad. Por esta razón la Generalitat esperaba un límite de entre el 1,8% y el 1,9%, muy próximo al 1,96% que tuvo el año pasado.
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