Un reformista candidato a suceder a Gadafi
Saif el Islam, nombrado 'número dos' por su padre en el régimen libio, se había perfilado como un liberal en economía y dispuesto a cambios políticos
Se había erigido como un reformista dentro del régimen de su padre, Muamah Gadafi, pero con su incendiario discurso de ayer mostró su cara más dura. Saif el Islam (Espada del Islam), el sucesor natural de su padre, no dio posibilidad a ningún tipo de cambio en Libia, pese a las protestas en varias ciudades, y advirtió que defenderá la unidad del país "hasta que caiga el último hombre".
Nacido en 1972 en una base militar de Trípoli, El Islam es el segundo hijo de los ocho que tiene Gadafi. Estudió arquitectura en Trípoli y en Viena y posee incluso un estudio en la capital libia. Tuvo algunas misiones diplomáticas a países árabes, aunque su primer movimiento político reconocido fue cuando ayudó negociar la liberación de seis sanitarios extranjeros que habían sido condenados a muerte en Libia. Apareció en la escena internacional en 2000, cuando negoció la liberación de unos rehenes apresados por terroristas islámicos en Filipinas. Desde 2003 ha desempeñado funciones importantes en la gestión de conflictos, como el caso Lockerbie o el desmantelamiento del programa nuclear, cuya resolución permitió a Libia rehabilitarse y mejorar su imagen.
Su talante reformista viene porque se mostró contrario a los comités revolucionarios, que imponen la ortodoxia política. También había dado señales de ser un liberal en materia económica. Como cuentan líderes de la oposición, su objetivo siempre ha sido ahondar en relaciones con el exterior con fines comerciales antes que otorgar más derechos y libertades. Los occidentales que trabajaron con él dicen que es inteligente, culto y presto a llamar al primer ministro o a su padre.
Sucesor de Gadafi
En octubre de 2009, su padre le nombró su sucesor y el número dos del Gobierno libio, informa Ignacio Cembrero. Fue una reunión secreta en Sebha, un oasis del desierto a 800 kilómetros al sur de Trípoli. Allí Gadafi citó a los llamados Mandos populares y sociales, una asamblea de jefes tribales y notables que es, en teoría, el máximo órgano ejecutivo. El lugar elegido por Gadafi fue importante y el anuncio que hizo también. En Sebha estudió bachillerato y despertó a la política. A los notables allí congregados les instó a otorgar un puesto relevante al segundo de sus hijos varones,
El líder les pidió que el cargo no conllevase su ingreso en el Gobierno, porque entonces no duraría más de cuatro años, y Saif el Islam necesitaba más tiempo para sacar adelante sus reformas. Dio incluso a entender que podría dejar que su hijo se hiciera cargo de los asuntos nacionales mientras él se ocuparía de "resolver los problemas de África".
El contenido de la reunión de Sebha fue, en teoría, confidencial, pero dos diarios libios, Quryna y Oea, destilaron algunos detalles probablemente por encargo de las autoridades. Había que preparar a la opinión pública.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.