El PP da marcha atrás y ya no pide “poner fin” al programa de blindados Dragón del Ejército de Tierra

El PP ha dado este viernes marcha atrás en la exigencia de que se suspenda el programa del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón, el más importante del Ejército de Tierra, después de que el presidente asturiano, el socialista Adrián Barbón, advirtiera de las graves consecuencias de una decisión de este tipo para la fábrica de armas de Trubia (Oviedo).

El Grupo Popular del Congreso ha difundido una nota en la que pide que el Gobierno “revise las características del [blindado] 8x8″ para que la “industria de defensa española siga siendo competitiva y eficaz y se pueda dar más carga de trabajo a Asturias”. Agrega que, una vez contratada la primera fase del programa, que incluye 348 unidades por 2.500 millones de euros, “lo que tiene que hacer ahora el Gobierno es redimensionar el vehículo y adaptarlo a las circunstancias actuales, en las que se requieren que sean más ligeros y con mayor movilidad”.

Según el PP, la segunda y la tercera fases, en las que deben fabricarse hasta 1.000 blindados, “no han sido contratadas por el Ministerio de Defensa” y “perfectamente podrían fabricarse en las instalaciones de [la empresa] Santa Bárbara”. Eso sí, “deberían reorientarse las características del vehículo para hacerlo concorde con las condiciones del combate que se han puesto de manifiesto en la guerra de Ucrania”.

Sin embargo, el portavoz del PP en la Comisión de Defensa del Congreso, Agustín Conde, no se limitó el pasado jueves, durante la comparecencia de la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, a pedir el redimensionamiento y la reorientación del blindado, sino que fue mucho más lejos. Tras asegurar que “el programa está siendo un fracaso”, aseguró que este “no cumple ni parece que vaya a cumplir nunca” los requisitos de la OTAN para este tipo de blindados.

Por todo ello, pidió al Ministerio de Defensa “poner fin a este programa con la primera fase ya lanzada y reorientar la segunda y la tercera a otro tipo de vehículo más acorde con el actual escenario”. La producción de este nuevo vehículo, especificó, debería ser fruto de un concurso transparente en el que “se diera oportunidad a más empresas y no solo a las de siempre, para que puedan ofertar un producto de calidad”. El portavoz del PP, que fue secretario de Estado de Defensa en el Gobierno de Rajoy, dejó claro que se trataría de un vehículo distinto, y no de una mera modificación del Dragón, al citar como modelo al Ajax, un blindado de General Dynamics para el Ejército británico fabricado parcialmente España.

En su nota, en la que asegura que los retrasos del programa (los primeros 91 vehículos deberían entregado el año pasado) no son culpa de la fábrica de Trubia, el PP acusa al presidente asturiano de manipular a Conde al afirmar que el PP quiere cancelar el contrato de los 348 blindados que se fabrican en Trubia. Lo que dijo Barbón a través de las redes fue: “Sinceramente, espero que rectifiquen su posición porque es muy perjudicial para Asturias”. Además, se ha mostrado “sorprendido” por las declaraciones de Conde y ha expresado su confianza en que fueran fruto del “fragor del debate”; aunque el discurso lo llevaba escrito.