Una bomba mata al décimo soldado español en Bosnia

"La primera granada me despertó. Con la segunda me incorporé. La tercera me hirió". Así resumía el capitán Juan Pita los instantes de terror y desconcierto que se vivieron en la madrugada del viernes en la base de Jablanica, junto al río Neretva, el puesto más avanzado y peligroso de los cascos azules españoles en Bosnia. Las dos primeras granadas cayeron fuera del perímetro del cuartel, pero la tercera estalló cerca de los dormitorios, donde el legionario José Luis León Gómez, de 21 años, montaba guardia. El legionario falleció en el acto y otros 17 cascos azules, que dormían en cuatro contenedores contiguos, resultaron heridos, cinco de ellos graves. Con León Gómez son ya 10 los soldados españoles muertos en Bosnia.

ENVIADO ESPECIALLa tarde del jueves no había sido especialmente movida en Jablanica, una localidad controlada por la Armija, pero que sufre constantes bombardeos por parte del Consejo de Defensa Croata (HVO). Los 130 hombres destacados en Jablanica ya conocen el olor del fuego y, de vez en cuando, tienen que pasar algunas horas en los refugios. "Sobre las siete de la tarde del jueves se desencadenó un ataque y bajamos a los refugios", revela el capitán Pita. "Allí estuvimos hasta las nueve. Posteriormente se repartió la cena y nos fuimos a dormir". El despertar no pudo ser más violento.A la 1.30 de la madrugada del viernes, y con un intervalo de escasos segundos, tres granadas hicieron explosión. La tercera acabó con la vida del legionario León Gómez, natural de Palma del Río (Córdoba) y perteneciente al 4º Tercio Alejandro Farnesio con sede en Ronda. La granada también hirió a otros 17 soldados, cinco de ellos de gravedad. Los teléfonos empezaron a sonar con insistencia pocos minutos después en el cuartel general de Medjugorje, sede de la Agrupación Canarias.

El teniente coronel Manuel Castro, segundo jefe de la Agrupación Canarias, con base en Medjugorje, explicó que a las nueve de la mañana de ayer, dos helicópteros del destacamento francés con base en Split llegaron al campamento español situado en Dracevo, cerca de Metkovic, frontera entre Bosnia y Croacia, con los seis heridos más graves. "Ninguno de los heridos, a los que se está operando en el Escalón Médico Avanzado de Dracevo, corre serio peligro", aseguró el teniente coronel Castro.

Intervenciones quirúrgicas

Tan sólo uno de los legionarios, que tenía heridas de metralla en el vientre, suscitaba cierta preocupación. Los otros cinco llegaron conscientes a Dracevo. Ninguno sufría pérdida de ningún miembro. Estaba previsto que las intervenciones quirúrgicas, en un puesto médico dotado de todos los adelantos técnicos, terminaran en la tarde de ayer. Posteriormente serán llevados en helicóptero a Split, en la costa croata, y de allí, en avión a España. Dos aviones médicos de la Fuerza Aérea Española partieron ayer de Madrid para recoger a los heridos.Otros dos helicópteros Puma franceses tomaron tierra a la una menos cinco de ayer frente a los almacenes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Metkovic con ocho heridos leves y menos graves. Los compañeros de la Agrupación Canarias que les esperaban les recogieron a pie de helicóptero. Algunos soldados no pudieron contener la emoción. Una mezcla de rabia y pena hizo saltar algunas lágrimas. Como expresó el capitán Pita, "la moral de la tropa sigue siendo alta, pero la gente está muy cabreada". Con la muerte de León Gómez son ya 10 los cascos azules españoles que han perdido la vida en Bosnia-Herzegovina.

Dos oficiales españoles murieron alcanzados por fuego del HVO en la ciudad de Mostar, y ayer todos los indicios apuntaban al HVO que, frecuentemente, ataca con fuego de mortero y artillería la fábrica de munición y la hidroléctrica de Jablanica; sin embargo, ningún mando quiso aventurarse sobre el origen del fuego. Un comunicado oficial del Consejo de Defensa Croata (HVO) emitido en Zagreb rechazó categóricamente toda participación de sus fuerzas en el bombardeo. "El mando de HVO no ha dado ninguna orden de bombardear la base de la ONU", señalaba el comunicado sin descartar que algún miliciano o grupo de milicianos croatas hubiera actuado por su cuenta.

Una comisión investigadora, encabezada por el teniente coronel jurídico Fernando Mayandía, viajó ayer a Jablanica para analizar el ángulo de entrada del proyectil y tratar de determinar su origen exacto y trayectoria. Un mando de la Legión aventuró que podría tratarse, casi con toda certeza, "de un mortero de 120 milímetros".

"Es el incidente más importante sufrido por el destacamento español, si nos referirnos a acciones bélicas", manifestó el teniente coronel Castro, que señaló: "No creo que el ataque fuera intencionado". Tanto la Armija musulmana como el HVO dieron todo tipo de facilidades para la evacuación de los heridos. Incluso el presidente de la autoproclamada República de Herzeg Bosna, Mate Boban, telefoneó ayer a la base española en Medjugorje desde Ginebra, donde asiste a las conversaciones de paz sobre Bosnia, para expresar su condolencia.

Aviones y helicópteros de la Fuerza de Protección de la ONU patrullaron ayer el cielo de Jablanica para inspeccionar el territorio.

Ayer estaba previsto que un convoy de ayuda humanitaria fuera de escoltado por blindados españoles hasta Jablanica. El incidente nocturno hizo aplazar la salida de la ayuda para mejor ocasión. De momento, los únicos convoyes que llegan a Jablanica son los de apoyo logístico de los cascos azules españoles, que una vez por semana llevan material, combustible y alimentos a los 130 soldados que estaban allí desplazados.