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La vieja fábrica de ázucar se convierte en biblioteca

Cubit, una propuesta que mezcla arquitectura y cultura abre sus puertas en Zaragoza

La antigua fábrica de azúcar de Zaragoza hospeda desde hoy la primera biblioteca para jóvenes de España. Se trata de Cubit, un cubo de cristal incrustado en la mitad del viejo hangar azucarero, con sus dos imponentes chimeneas en estilo mudéjar fuera, donde los jóvenes tendrán a su disposición unos 15.000 títulos en distintos formatos a partir del próximo lunes (DVD, libros, películas, discos, videojuegos). Atípica y salida de lo normal. Así han definido hoy el proyecto sus responsables: Fundación Bertelsmann, Caja Inmaculada y el Ayuntamiento de la capital aragonesa.

Cuatro plantas atravesadas por cristales, algunos rojos y azules, en el suelo y en el techo que permiten entrever lo que sucede alrededor del cubo; una zona chill invadida de sofás para escuchar música y conversar; otra dedicada a los cómics donde resaltan algunas carátulas de Mortadelo y Filemón, así como también de Astérix, entre otras. Cubit pretende convertirse en un lugar de encuentro, más que en una biblioteca tradicional. La idea, según los encargados del proyecto, es ofrecer a los jóvenes de entre 13 y 25 años un "espacio de encuentro" y un "lugar de consulta" al que puedan acudir para compartir y resolver sus dudas.

La oferta de libros, discos, y películas no está separada por códigos de barras ni números. Tienen distintos íconos que hacen referencia a cada género o estancia. La biblioteca está pensada y diseñada para jóvenes, sin embargo, podrá ser utilizada por cualquier persona. Cada una de las tres plantas tiene capacidad para acoger a 40 personas y cuenat con un total de 50 ordenadores. La superficie total del hexágono es de 1.000 metros cuadrados. La idea, ha asegurado el arquitecto alemán Ulrich Kölle, fue elevar un cubo con cuatro columnas de tal forma que quedara como "una joya en exhibición". La Fundación Bertelsmann hainvertido 400.000 euros en su construcción, mientras que CAI ha destinado 600.000y el Ayuntamiento de Zaragoza otros 700.000euros.

Las instalaciones de Cubit tienen aspectos en común con sus antecesoras de Dresden (Alemania) y Wroclaw Olstzyn (Polonia), donde se han construido bibliotecas con el mismo objetivo: incentivar a la lectura enfocándose en un segmento específico de la población. En Wroclaw, por ejemplo, se recuperó un vetusto planetario donde la misma firma de arquitectos alemanes se encargó de adecuar el inmobiliario con mesas en forma de OVNI o el techo plagado de estrellas por donde se filtra la luz.

Perspectiva de la Biblioteca Cubit de Zaragoza.
Perspectiva de la Biblioteca Cubit de Zaragoza.FUNDACIÓN BERTELSMANN

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