El triunfo de una pareja singular
Lola Dueñas y Pablo Pineda ganan las Conchas de Plata por sus interpretaciones en 'Yo, también' - Javier Rebollo, mejor director por 'La mujer sin piano'
Mañana de sábado soleado en San Sebastián. Los dos amigos que corretean por la playa de la Concha llevan ya bastantes horas de celebración, de una celebración anónima, porque no pueden hacer pública su felicidad hasta el mediodía. Son Pablo Pineda (Málaga, 1974) y Lola Dueñas (Barcelona, 1971), la pareja protagonista de Yo, también, de Antonio Naharro y Álvaro Pastor, que han ganado las Conchas de Plata al mejor actor y a la mejor actriz, respectivamente. El uno sufre de Síndrome de Down, y pesar de ese cromosoma de más obtuvo una licenciatura universitaria en Psicología. La otra suma a esta Concha de Plata el Goya a la mejor actriz protagonista por Mar adentro y el galardón a la mejor actriz en Cannes -compartido por el resto de sus compañe-ras- por Volver.
No es el único premio del cine español en Donostia: Javier Rebollo ha sido elegido mejor director con La mujer sin piano, primer trabajo que realiza sin su actriz fetiche... Lola Dueñas. Y para la crítica internacional, Los condenados, de Isaki Lacuesta, ha sido la mejor película. "Es curioso: cuando dicen que peor va el cine español, vamos y demostramos nuestra valía con filmes muy distintos. Y ninguno -estoy seguro- ha costado más de un millón de euros", comenta Rebollo. Las penurias económicas no han hecho mella a la pareja que ahora ríe en la playa, y que en pantalla han encarnado a Daniel, un treintañero riguroso y disciplinado con síndrome de Down, que recién llegado a una oficina se enamora de Laura, la compañera más alocada y promiscua. Delante de un café, Pineda saca lo mejor de sí; como aseguran sus directores es tan redicho como divertido.
Pablo Pineda. Qué bueno un café ahora, ¿eh, Lola?
Pregunta. Un reconocimiento así significa un trabajo cómplice y muy compenetrado.
Lola Dueñas. Es también para los directores. Me da pena que no se hayan llevado el galardón de los nuevos realizadores.
P. P. Que nos hubiera hecho mucha ilusión. Para mí es un sueño. No soy un actor, es mi primera vez delante de una cámara, aparte de mis apariciones en programas de televisión... Es tremendo , tremendo.
L. D. Los críticos, el público, el jurado, en general la gente conecta con la película porque Yo, también es una belleza de filme.
P. P. Queríamos hacer reflexionar a todos, que el público salga del pensamiento único.
Pregunta. Los directores insisten en que este filme se puede ver sin saber que el protagonista tiene el Síndrome de Down, que es una comedia sobre un tipo recto al estilo Cary Grant en La fiera de mi niña, subyugado por la alocada Hepburn.
L. D. Salvando las distancias, es así de bonito.
P. P. Es como hacer un papel de galán distinto. Soy el antigalán.
L. D. ¿Por qué? Si te llevas a la chica...
P. P. Mujer, un galán con Síndrome de Down es cosa curiosa.
L. D. Yo te quiero como eres...
P. P. Gracias, princesa.
L. D. ...Que es lo que me dicen a mí.
Pregunta. ¿Por qué creéis que os ha premiado el jurado?
P. P. Yo estoy encantado. Me da especial alegría porque un galardón así demuestra que las personas con Síndrome de Down pueden hacer cualquier cosa. No hay límites. Si nos educan bien, si nos estimulan bien, podemos llegar lejos. Me jode el paternalismo. No sirve para nada, es contradictorio. Y es un freno para desarrollarnos.
L. D. Por ejemplo, cada uno preparamos nuestro papel, lo construimos en casa, y después ensayamos. Como un proyecto normal. Como cada uno da mucho al otro en la película, es cierto que en los ensayos los personajes crecieron mucho.
P. P. Me tuve que meter en la mente de Daniel. A pesar de su Síndrome de Down, tiene una complejidad muy grande. En ese personaje debíamos entrar él y yo. Y yo, además, controlarlo. Quiero que esta película espabile a la sociedad, que vean aspectos del Síndrome de Down en los que nunca se han fijado. ¡Eh! Estamos aquí. También estoy feliz por Lola.
L. D. Nunca me habían dado un papel así. Soy superconsciente de eso. Pero el proceso de preparación no fue ni agobiante ni complicado. A mí me gusta el personaje de Laura.
P. P. Tienes algo de ella.
L. D. Y tú de él.
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