El teatro británico y la música de los sesenta triunfan en los Tony

Broadway se rindió el domingo ante el teatro de origen británico y a la nostalgia musical. En la 60ª edición de los Premios Tony de teatro, The history boys, del dramaturgo británico Allan Bennett y procedente del West End londinense, se alzó como triunfadora indiscutible al conseguir seis premios. Jersey Boys, inspirado en la banda de rock de los sesenta Four Seasons, consiguió el premio al mejor musical.

Además del premio a la mejor obra del año, The history boys obtuvo también el tony a la mejor dirección teatral (Nicholas Hytner), mejor escenografía, mejor iluminación, mejor actor principal (Richad Griffiths) y mejor actriz secundaria (Frances de la Tour). La pieza, que competía en la categoría de mejor obra teatral con otras dos producciones de origen británico (Liutenant of Inishmore, de Martin McDonagh, y Shining City, de Conor McPherson) y otra estadounidense (Rabbit Hole, de David Lindsay-Abaire) analiza la relación entre un excéntrico profesor británico de secundaria y sus alumnos, y también había conseguido tres premios Olivier (los Tony ingleses) en 2005 con el mismo reparto.

El musical Jersey Boys, basado en las memorias de Frankie Valli, líder de la banda Four Seasons, conocidos como los Beach Boys de la costa este, también obtuvo el premio al mejor actor de musical, John Lloyd Young. La obra ha sido una de las pocas inspiradas en grupos de música rock que ha calado entre el público, ya que tanto Lennon, basado en música del famoso Beatle, como All shook up, basado en Elvis Presley, se estrellaron en las carteleras. Jersey boys, en cambio, lleva recaudados más de treinta millones de dólares (el total del año en Broadway es de 862 millones) y obtuvo un total de cuatro tonys aunque no consiguió dos de los premios más codiciados, el de mejor libreto y mejor música original. Se los arrebató The Drowsy Chaperone, un musical que homenajea al género a través de la historia de un adicto al musical. La obra fue concebida como un pequeño montaje para una despedida de soltero en Canadá, y ha ido creciendo hasta convertirse en uno de los grandes éxitos del año. The Drowsy Chaperone partía como favorito con 13 candidaturas pero finalmente sólo obtuvo cinco premios. El de mejor dirección de musical recayó en John Doyle por Sweeney Todd.

La gala contó entre sus 60 presentadores con superestrellas de la televisión como Oprah Winfrey, quien dirige el magazine de sobremesa más influyente de la pequeña pantalla y que esta vez firmaba como productora el musical El color púrpura, basado en el libro y la película homónima. Winfrey había sido candidata a un oscar por aquella celebrada cinta, en la que interpretó a Sofía, personaje secundario. En su versión para Broadway, El color púrpura aspiraba a 11 tonys pero finalmente sólo se llevó uno, el de mejor actriz de musical, que recayó en LaChanze.

Ian McDiarmid consiguió el premio a mejor actor secundario de teatro por Faith Healer, una de las obras más celebradas por la crítica, mientras que el director y productor Harold Prince obtuvo el tony por toda una vida dedicada al teatro.