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La primera gramática de lengua judeoespañola se publicará en 1992

Moshe Shaul investiga la memoria cultural de los sefardíes vivos

Moshe Shaul, de 62 años, israelí, nacido en Esmirna (Turquía) en una familia de origen sefardí, termina estos días en Madrid la primera gramática y método de enseñanza del judeoespañol, la lengua hablada por los judíos antes de la expulsión de España en 1492. Shaul también trabaja en el primer catálogo de canciones sefardíes, que reunirá en 1992 -decretado en Israel como del Judaísmo Sefardí- unas 3.000 composiciones recogidas por investigadores de campo.

Hay unas 100.000 personas en Israel que se expresan en judeoespañol, la lengua que sus antepasados hablaban antes de ser expulsados de España por los Reyes Católicos en 1492. Fuera de Israel, existen unos 30.000 sefardíes en comunidades de Turquía, Bulgaria, Grecia o norte de Africa, y un número no estimado en Francia, Inglaterra, Estados Unidos o Canadá. Moshe Shaul, periodista, dirige en Israel un programa radiofónico diario y una revista, Aki Yerashalayún, para los sefardíes.Moshe Shaul se encuentra en España para terminar, con una beca para hispanistas concedida por la embajada de España en Israel, la primera gramática y el primer método de enseñanza de judeoespañol. "Sólo existe un diccionario sefardí-francés", dice, "y yo doy clases, con hojas ciclostiladas y siempre provisionales, en el instituto Amalia de Jerusalén para estudiantes de 12 a 15 años. Es una lengua viva, pero conservada en la familia, sin método alguno. De ahí que se necesite un esfuerzo para garantizar su supervivencia en las próximas generaciones".

Todo parece indicar que en 1992, cinco siglos después de la expulsión de los judíos de España, se publicará la primera gramática de su lengua, y también otro trabajo en el que Shaul anda empeñado: un catálogo de unas 3.000 canciones sefardíes recogidas por investigadores de campo. "Será la mayor del mundo", dice Shaul, "y hay que acuñar títulos para cada canción, porque no existen". Culminará así un proyecto de la embajada de Espana en Tel-Aviv, el ministerio de Asuntos Exteriores israelí y el Instituto Arias Montano.

Aniversario

1992 conmemorará en Israel la expulsión, y ha sido declarado "Año del Judaísmo Sefardí". Entre los casi 200 proyectos culturales, se celebrarán varios congresos, se emitirá una serie de televisión rodada en España y presentada por el ex presidente y ministro de Cultura israelí Isaac Navon, y habrá recitales. El Parlamento de Israel dedicará una sesión al tema.Sin embargo, pese a ese interés por Sefarad y lo judeoespañol, cada publicación depende -perlashoras, por ahora, dice Shaul- de que los interesados consigan apoyo economico. Y el propio programa radiofónico de Moshe Shaul coincide ahora con el horario del principal informativo en hebreo, la lengua oficial y unificadora de los ciudadanos israelíes. "Pero hay indicios de un renacimiento del judeoespañoV, señala Shaul, "como el hecho de que, tras no existir teatro en nuestra lengua, ahora el grupo del Club Cultural de Batyam, localidad vecina a Tel-Aviv y donde vive la mayor población sefardí, haya triunfado con una obra en judeoespañol, Segundas bodas, sobre tradiciones de los judíos españoles de Turquía".

Shaul cree que no es posible identificar a los sefardíes de Israel con una clase social o una opción política concreta: "Primero habría que definir bien quién es sefardí. La población israelí se divide en dos grandes troncos: el askenazí, procedente del centro y este de Europa, y el sefardí, que o5cialmente engloba lo mismo a gente venida de España, Turquía o Marruecos que de Irak o Persia. Para mí, pese a esadiversidad, es sefardí quien procede de Sefarad y ha mantenido esa cultura. Es un tópico lo de que cada sefardí guarda aún la llave de la casa que sus antepasados tenían en Toledo; pere, yo tengo una llave, y es mi lengua.En cuanto a la política, creo que entre los votantes de Beguin o Shamir hay sobre todo israelíes procedentes de Marruecos o de Irak; los sefardíes originarios de Turquía o Bulgarla son más centristas".

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