"Es un gran día para el Perú"

Perú despertó conmovido por lo que los periodistas de los matinales de radio y televisión no dudaron en calificar de inmediato como la noticia del año, que (por una vez) es de las buenas. Sorprendente, también, para un país que a estas alturas ya se había acostumbrado a titular las noticias relacionadas con el Nobel de Literatura en negativo: "La academia sueca vuelve a ignorar a Vargas Llosa...". Tras décadas de espera, la concesión del gran premio a Mario Vargas Llosa tomó desprevenidos no solo a los periodistas, que desde primeras horas de la mañana han empezado una frenética búsqueda del autor y de todos sus familiares y amigos; también ha encontrado con la guardia baja incluso a las librerías más surtidas de Lima, que han abierto un par de horas después de la noticia con improvisados estantes donde reúnen lo mucho o poco que tenían en sus inventarios sobre el nuevo premio Nobel. En una de las más prestigiosas del barrio de Miraflores, por la mañana faltaba un título tan esencial como La Casa Verde.

"Acabamos de armar este estante, de verdad esperamos vender bastante ahora", comenta una de las vendedoras de otra librería cercana. Difícil, en todo caso, acusar de falta de previsión a los comercios cuando, tras tantos años de postergación, ni siquiera el propio Vargas Llosa se consideraba entre los nominados. Según su propias declaraciones a una radio local, se enteró de que le iban a conceder el premio catorce minutos antes del anuncio oficial. Según ha comentado su hijo Álvaro, ese escaso tiempo lo utilizó el escritor para comunicarse con sus vástagos y darles la noticia -aún con el ligero temor de que se tratara de una mala broma- antes de que se difundiera por los medios.

La avalancha de saludos y felicitaciones no ha tardado en producirse y uno de los primeros ha sido el presidente Alan García, que fue su adversario político durante largos años aunque desde unos años intercambian elogios. "Es un gran día para el Perú", comentó el mandatario, y añadió luego que el premio es "un acto de justicia enorme, que en verdad esperábamos desde nuestra juventud". Otro que ha mandado su felicitación ha sido el pintor Fernando de Szyszlo, uno de los amigos más cercanos del autor de Conversación en la Catedral: "Es una alegría que comparte toda América Latina", dijo, y añadió que "lo que va a pasar ahora es una locura".

Los medios peruanos se sumaron de inmediato a la celebración. "El Perú y la libertad celebran", ha titulado en su web el diario El Comercio, que al igual que la mayoría de medios dedica gran parte su edición digital de a dar información sobre el escritor. Por la mañana, el Parlamento ha aprobado una moción de saludo y el ministro de cultura, Juan Ossio, ha anunciado que hará las coordinaciones con el sector privado para sacar ediciones de bajo coste de los principales títulos de Vargas Llosa y difundirlas en todo el país.

Incluso el club de fútbol Universitario de Deportes, del cual el flamante Nobel se declara acérrimo hincha, anuncia que preparará un homenaje. Deben ser los primeros síntomas de la locura de la que habla Fernando de Szyszlo, pero, en cualquier caso, los homenajes presenciales tendrán que esperar, porque Vargas Llosa no tiene previsto visitar su país hasta mediados de diciembre, según ha dicho, para disfrutar el calor del verano limeño y reencontrarse con la familia y los amigos.