Un escritor frente a la emoción y el dolor de la verdad

La noticia de la enfermedad terminal de su padre supuso para Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1968) un revulsivo en su obra literaria. Tiempo de vida (Anagrama) nació pocos meses después de la muerte de su progenitor, una autobiografía contada en torno a la relación que mantuvo con él. Es también el segundo libro más votado para estas vacaciones por los escritores que ha consultado EL PAÍS. Amantes de las autobiografías, por lo que parece, ya que el primero en la lista es el Verano de Coetzee , otra obra en la que su autor se analiza a sí mismo.

Para evadirse bajo la sombrilla, el escritor y guionista Ignacio Martínez de Pisón recomienda a este madrileño, que según dice ha escrito "un libro vibrante acerca de la enorme complejidad de la relación entre padres e hijos, en este caso entre el autor del libro y su padre, el pintor Juan Giralt".

En esta autobiografía Giralt se desnuda ante sus lectores, se despoja de sentimentalismos y muestra sin tapujos los ratos felices pero también los problemas que surgen en una relación de esta naturaleza. "Me sorprendió su enfoque desnudo, sin apenas literatura", confiesa la poeta y novelista gallega Luisa Castro, que no duda en incluir Tiempo de vida en su lista de lecturas para las vacaciones.

Nieto del escritor Gonzalo Torrente Ballester, Giralt asegura que la inspiración se la dio más bien su padre, en cuyo cuarto de trabajo jugaba de niño entre pinturas. No obstante, después de la ruptura de su matrimonio, Juan Giralt y su hijo se separaron, y la comunicación entre ellos se volvió áspera. "Es un libro doloroso, que corta como un cuchillo de carnicero y deja al aire las miserias y las glorias de la relación entre un padre y un hijo", detalla el editor y narrador Luisgé Martín.

Todo son elogios para un escritor que se desnuda y sorprende. Tiempo de vida es "una joya para leer y releer. Sorprende desde el principio hasta el final", comenta entusiasmada Luisa Castro. Fernando Delgado también se rinde ante una novela "excepcional". Giralt vuelve a reunirse con su padre a causa de la enfermedad de este último y "afronta con elegancia la realidad más abrupta, supera con valentía los riesgos de la pérdida de pudor y, con un desnudamiento feroz y muy honrado, logra la expresión de una verdad que otorga a su novela una potencia inaudita", concluye el periodista. Después de estas palabras sólo queda comprobar por uno mismo hasta dónde puede conmovernos la historia de un padre y un hijo con la que más de uno se sentirá identificado. Disfrútenlo.

Tiempo de vida, de Marcos Giralt Torrente (Anagrama)