"Cuando te conviertes en tu enemigo no te perdonas nada"
Vicente Amigo llevaba una temporada peleando contra Vicente Amigo. Durante un tiempo ganó el segundo. El guitarrista que había reconciliado a la ortodoxia flamenca con la industria pisó terreno movedizo y se tambaleó. Uno puede entusiasmar en el Cante de las Minas de La Unión y en los Grammy Latinos; uno puede tejer cinco discos sutiles; uno puede ser nombrado príncipe heredero de Paco de Lucía, y uno se puede venir abajo. "En el fondo", reflexiona mientras rasguea su guitarra, "uno se puede convertir en su propio enemigo, llega un momento en que no te perdonas nada".
Mientras conversa, Amigo (Guadalcanal, Sevilla, 1967) no suelta la guitarra. La acaricia, la toquetea, la deja reposar, la mira, le arranca acordes. Una guitarra-escudo. Desde que, a los siete años, recibió la primera, jamás se había alejado más de una semana de las cuerdas, ni cuando se larga a la playa. Hasta ahora. Ha tenido que renunciar a ella durante 15 días, tras una operación de hernia, que se podría considerar el peaje que ha pagado por horas y horas de rutinas musicales durante años. La convalecencia promete dureza. La gira prevista para promocionar su nuevo disco, Paseo de Gracia (Sony Music), le llevará a Bélgica, Francia, Túnez y Polonia, entre otros destinos. Los primeros conciertos en España serán en Bilbao (hoy), Madrid (18 de mayo) y Barcelona (18 de junio).
"Los artistas somos un poco depresivos, por lo menos los artistas como yo"
Amigo compuso a partir de su bajón 'Autorretrato'. La voz es de Morente
Así que el bajón físico se sumó al anímico, a ese estado al que se refiere vagamente como estar "de aquella manera". "Los artistas somos un poco depresivos, por lo menos los artistas como yo", sostiene. A él le fueron minando las expectativas y la presión, la autoexigencia de estar al cien por cien en cada concierto, el afán de no defraudar. Porque, por más que tenga cinco discos a sus espaldas, giras por todo el mundo y el reconocimiento de unos y otros, sigue atenazado antes de cada actuación. "Dicen que te acostumbras, pero a mí no me pasa. Acostumbrarte sería como estar en tu casa, encontrar esa libertad, pero te impones estar al mismo nivel y eso te frustra", expone.
Esos días en los que iba perdiendo la guerra contra sí mismo se reflejan en Autorretrato, el tema alma de su nuevo disco, en el que se describe como "un barco de papel perdido", como "una playa sin mar". "Érase una vez que me miré al espejo, hundido", canta en el álbum Enrique Morente, agrandando la poesía de las arenas movedizas que amenazaron con tragarse al guitarrista.
Enrique Morente es uno de los invitados en este trabajo, en el que también participan Niña Pastori, Estrella Morente, Alejandro Sanz, Tino di Geraldo y Paquito González. Unos en versiones muy flamencas como La estrella (tangos), otros en composiciones con guiños pop como Y será verdad (rumba). Al principio el guitarrista había pensado en bautizar este álbum como Vicente y amigos, pero una noche, mientras caminaba por el paseo de Gracia, en Barcelona, decidió traicionarse a sí mismo: "Había ido a ver a José Tomás, me brindaba un toro. La noche antes, mientras paseaba, me sentía comprometido con el torero y pensé que sería un título bonito, es como el estado en el que queremos entrar todos".
Desde que se conocen, el torero y el guitarrista se intercambian brindis y melodías. "Tenemos muchas cosas en común en los sentimientos y en la forma de entender la vida", afirma Amigo. "En cada disco le haría un tema, él me ha enganchado al mundo de los toros y de otros toreros", añade. En Paseo de Gracia hay un homenaje a otro diestro: la bulería Azules y corinto, dedicada a Manzanares hijo. Y un sorprendente coqueteo con la guitarra eléctrica. "Una pequeña aventura, que me perdonen los guitarristas eléctricos, pero era también un cachito de libertad", confiesa.
Ya no sueña con Camarón, que se le aparecía de noche de forma recurrente mientras trabajaban en temas que se desvanecían cuando el guitarrista despertaba. Ni fantasea con éxitos. "Busco serenidad, estar en paz y poder ser cada día más buena gente".
Babelia
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