59 propuestas para remodelar la plaza del Dos de Mayo de Madrid con 2,3 millones de euros

El Ayuntamiento de Madrid, en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), tiene en mente remodelar la emblemática plaza del Dos de Mayo de Malasaña y, para ello, convocó el pasado mes de julio un concurso de ideas, que se acaba de cerrar tras haber recibido 59 propuestas. A partir de ahora, el jurado, del que formarán parte prestigiosos arquitectos e ingenieros, tendrá cinco meses como máximo para emitir su fallo, explica este miércoles el Consistorio en un comunicado. Las propuestas se valorarán según criterios de calidad arquitectónica, accesibilidad, seguridad, ordenación del conjunto, racionalidad constructiva y sostenibilidad ambiental. La última reforma integral de este espacio data del año 2000 y en 2020 la Junta de Distrito hizo unos trabajos puntuales de conservación. El presupuesto destinado a esta reforma, según el máximo establecido en las bases del concurso, se eleva a los 2,3 millones de euros.

La propuesta que resulte ganadora del concurso servirá de base para la redacción del proyecto de reurbanización de la plaza del Dos de Mayo, que afectará también a todas las calles colindantes ―San Andrés, Ruiz, Daoíz, Dos de Mayo y Velarde hasta llegar a Fuencarral―, que seguirán sin tener bordillos. La previsión del Gobierno municipal es que las obras en esa plaza del barrio de Universidad (en su origen conocido como barrio de Maravillas) del distrito Centro comiencen a inicios de 2026, una vez se falle el concurso, se redacte el proyecto y se licite.

Entre los miembros del jurado estarán la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento, Paloma García Romero, que será la presidenta; el decano del COAM, Sigfrido Herráez, y arquitectos e ingenieros como José Ignacio Linazasoro, Santiago Cifuentes o Juan Fisac. El concurso contempla tres premios (y un máximo de tres accésits): el primer premio estará dotado con 14.200 euros, el segundo con 9.480 euros y el tercero con 6.320 euros, mientras que los accésits serán de 1.000 euros.

Según el pliego del concurso, se busca que la plaza sea más verde y accesible ―las escaleras desaparecerán― y se dará prioridad a las ideas que potencien el “confort urbano” y a los materiales que no desprendan calor. Las talas, salvo las consideradas imprescindibles, estarán prohibidas y se primará la reutilización de los materiales que ya forman parte del espacio. También se incide en la seguridad, por lo que los proyectos presentados debían evitar los espacios ocultos. El Ayuntamiento está instalando nuevas cámaras de vigilancia, que estarán operativas a finales de año.

En la comisión de Obras y Equipamientos, celebrada la mañana de este miércoles, la delegada García Romero ha informado de que el Ayuntamiento acometerá obras de reforma en otras plazas como Jacinto Benavente, Tirso de Molina, Salvador Dalí, Pedro Zerolo y Chamberí. Ha sido la contestación al portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, que ha llamado la atención sobre el anuncio de reformas en plazas que han sido trabajadas “hace pocos años, mientras miles de calles permanecen abandonados”.

La delegada ha replicado a Ortega que estos espacios tienen un mayor desgaste al tener una mayor afluencia de personas y que Jacinto Benavente tuvo su última reforma integral en 2001, Tirso de Molina en 2005, Salvador Dalí un año después, Pedro Zerolo en 2005 y la plaza de Chamberí en los noventa. Según fuentes de esta área, en Tirso la obra empezará antes de que acabe este año. En Jacinto Benavente y Dalí en 2025 y en Zerolo y Chamberí se redactará el proyecto en 2025 y las obras comenzarán en 2026.

La plaza, referente de la movida madrileña, se levantó en 1869 y está íntimamente relacionada con el levantamiento del Dos de Mayo del pueblo de Madrid contra los franceses, ya que se creó utilizando suelos del borde sureste del cuartel de Monteleón, donde se congregaron los militares insurrectos.

La plaza, que actualmente tiene tres parques para niños, conserva el arco que era la puerta de acceso al cuartel y, en el centro, hay una escultura de Antonio Solá por encargo del rey Felipe VII que representa a los héroes Daoiz y Velarde y que costó 3.000 duros de la época (1830). Lleva en la plaza desde 1932 y es propiedad del Museo del Prado. Ambos elementos, estatua y arco, son los dos únicos que no se pueden tocar de la plaza, según el pliego del concurso.