La compasión trae problemas

El 22 de febrero de 1942, una pareja apareció muerta en la cama de su apartamento en Petrópolis (Brasil). Abrazados y con gesto sereno, se habían suicidado. La revista LIFE publicó las fotografías. La pareja eran el escritor Stefan Zweig (Viena, Austria, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942) y su esposa. Él era un judío que después de viajar por multitud de países y ver el panorama hostil que había hacia ellos en Alemania (los nazis prohibieron los libros de Zweig), decidió emigrar a Brasil en 1941.

La impaciencia del corazón fue una de sus últimas novelas. La escritora Lola Beccaria confiesa su admiración por esta historia: "Una de las más preciosas novelas que se han escrito sobre los límites del amor y de la manipulación, del sentido de la culpa y de la cobardía emocional".

La historia de La impaciencia del corazón, también llamada La piedad peligrosa, se sitúa en los albores de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial). El teniente Anton Holfmiller, oficial de caballería del ejército austriaco, acude como invitado al palacio de un magnate húngaro. La hija de éste, Edith, inválida en una silla de ruedas, se enamora perdidamente del soldado. El magnate, animado por el bien que hace la presencia del teniente en el ánimo de su hija, permite que las visitas se vuelvan frecuentes. Pero a Holfmiller no le mueve el amor por la chica, sino la compasión que le provoca su enfermedad. A base de pequeñas mentiras consigue meterse a la familia en el bolsillo, atraído por su fortuna, pero el temor a un compromiso serio con la joven le preocupa cada vez más.

Cuando Edith se da cuenta de que el teniente rehúsa reconocer su noviazgo en público, se suicida. Sintiéndose culpable, Holfmiller trata de huir y se refugia en la guerra, de donde regresa más tarde convertido en un héroe.

Los personajes de Zweig están muy bien construidos y la descripción de los mismos es brillante. Desde el padre esperanzado en encontrar a alguien para su hija; el médico casado con una ciega que, al contrario que Holfmiller, cree que merece la pena estar con alguien enfermo si le amas; hasta el propio protagonista, cobarde que huye hacia delante y demuestra más valentía en la guerra que en su relación con Edith.

La impaciencia del corazón, de Stefan Zweig (El Acantilado).