Otro 'bruegel el viejo' para El Prado
El museo atribuye al maestro flamenco una obra que llegó para su valoración hace casi un año - Cultura pagará por 'El vino de la fiesta de San Martín' siete millones
El Museo del Prado está a punto de acoger en sus salas uno de los mayores tesoros en el panorama reciente de las adquisiciones artísticas: El vino de la fiesta de San Martín, obra maestra de Pieter Bruegel El Viejo (Breda, 1525- Bruselas, 1569) fue presentada ayer en sociedad por el director del museo, Miguel Zugaza, y por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. Era el colofón a un fascinante recorrido iniciado hace más de tres siglos, exactamente en 1702, cuando el IX duque de Medinaceli volvió desde Nápoles a la corte española y se trajo la pintura. Desde entonces, esta escena popular de 148 x 270,5 centímetros pintada por Bruegel El Viejo sobre sarga (un complicado y arriesgado soporte mucho más delicado que el lienzo) ha permanecido en manos de los mismos propietarios. Hace poco más de un año, la familia Medinaceli acudía a la firma Sotheby's con el fin de colocar la obra en el mercado. El cuadro permanece en El Prado exactamente desde noviembre del año pasado, y se encuentra en proceso de restauración.
Es la segunda obra del pintor en suelo español, tras 'El triunfo de la muerte'
El vino de la fiesta de San Martín, ejecutado por el gran maestro flamenco en una fecha indeterminada entre 1565 y 1568, ya ha sido valorado por los numerosos expertos consultados por la pinacoteca como una obra capital en la trayectoria de Pieter Bruegel, tanto por su composición (representa cerca de un centenar de personajes) como por su técnica, su soporte y su tema (el homenaje popular al vino, un asunto no demasiado tratado por los artistas de la época). Se trata de una de las 40 obras de Bruegel El Viejo conocidas en todo el mundo, y la segunda que será expuesta en un museo español: la otra, El triunfo de la muerte, se encuentra también entre las paredes del Prado.
El Ministerio de Cultura pagará en torno a siete millones de euros por ella, un precio que, según todas las estimaciones, podría haberse triplicado en el mercado. Se trata de una pintura prácticamente desconocida hasta ahora en nuestro país: tan solo un artículo publicado en 1980 en Archivo Español de Arte por Matías Díaz Padrón, antiguo conservador de la pinacoteca madrileña, daba cuenta de ella, si bien la atribuía a Bruegel El Joven.
La obra llegó a los depósitos del museo de la mano de representantes de Sotheby's. Desde entonces, los responsables de conservación y el equipo de restauración del museo proceden a su rescate. Pero el momento mágico llegó a primeros de este mes, cuando, en plena tarea de restauración, asomó, en una esquina inferior de la tela, el mayor de los tesoros posibles para el equipo de Miguel Zugaza: la firma de Bruegel. El vino de la fiesta de San Martín se convertía, oficialmente, en una de las más trascendentales atribuciones en la historia del museo. Tres siglos de espera han merecido la pena. Bruegel El Viejo regresa al Prado.
Babelia
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