Sofía Noel: "Rebajar el nivel del arte es despreciar al público"
Ha aparecido el primer LP de su "Antología de la canción sefardí"
«No existe un público no preparado», dijo Sofía Noel a EL PAÍS. Rebajar el nivel del arte es despreciar a los otros. Cuando el artista se entrega, se conecta con el público y a uno u otro nivel la comunicación, el entendimiento entre público y autor, se prende. Existe.» Sofía Noel, soprano especializada en canción sefardí y española medieval -aunque, como dirá en esta entrevista, canta música tradicional de casi todo el mundo-, acaba de publicar, bajo el sello Diapasón, el primer LP de los cuatro que constituirán su Antología de la canción sefardí acompañada por el guitarrista Pedro Elías, que además se ha encargado de los arreglos musicales.
Sofía Noel, estudiante de kabala, leedora de las manos, tiene algo de penetración y de misterio en su persona. Sefardí por parte de padre, puede, gracias a su otra sangre askenazi, cantar las viejas canciones de los judíos centroeuropeos y especialmente de los heterodoxos hasidin, que han hecho de la música y la danza un medio de salvación y de encuentro con la divinidad. Ha investigado en la música tradicional española, hasta los orígenes, y canta especialmente canción sefardí, la que los judíos españoles se llevaron y conservaron desde la expulsión en 1492. La Antología es el proyecto de dejar algunas de las canciones sefardíes fijadas ya en unos discos.«No he querido», dice Sofía Noel, «clasificar las canciones por géneros. He preferido dar en cada uno de los álbumes una paleta amplia de este mundo, de sus distintos temas y maneras, porque he preferido el punto de vista del lector, del que debe escuchar el disco, y salvar la posible mo notonla de otras posibles ordenaciones. También he intentado, y esto no sólo en este disco, sino en todo mi trabajo, compensar la in vestigación, la erudición, con un trabajo vivo de selección de versiones y de interpretación. Concretamente, el erudito en lo que no me gusta llamar folklore, por que esta palabra está muy desvirtuada, va recogiendo en cintas magnetofónicas los cantos que recuerdan personas muy mayores, que son seguramente las últimas que los recuerdan, pero que no cantan bien por la edad. En tonces los eruditos las conservan, lo cual está muy bien. Yo, que he buscado y encontrado canciones, después de estudiar sus trayectorias trato de darles vida cantándolas.»
«Para cantar», añade Sofía Noel, « hay que conocer el mundo que se transmite. El canto es comunicación. Es inútil tratar de contar una historia, de hacer sentir una canción si no se conoce lo que rodeó esas palabras y esa música, lo que significó esa canción en la comunidad que la vivía, la historia y la cultura, en suma, que la hizo posible. En la canción sefardí esto es particularmente importante, porque se trata de una música viva, que tiene un origen lejano, pero que ha continuado existiendo en las comunidades sefardíes, que tomaban muchos elementos de los países a donde fueron: del imperio turco, donde estaba la mayoría. Por eso los arreglos musicales de Pedro Elías son tan importantes. Yo no creo que la transmisión de estas canciones deba ser resucitando instrumentos medievales, porque ésos sí se perdieron, y las canciones se cantaban con otros, los del lugar.
En todos los recitales, Sofía Noel, además de canciones sefardíes, canta otras españolas y medievales y otras hebreas, hasídicas o askenazis tradicionales, en yidish. Canta a veces también canciones árabes, indias, sobre todo amerindias. «La cultura a la que me he dedicado es española, de la España perdida de las tres culturas. Si canto otras canciones judías es para hacer notar la diferencia de las tradiciones, la españolidad de las sefardíes. Que, por otro lado, son distintas de las cristianas medievales, como éstas lo son de las árabes ... » Hay dos grandes familias de canción sefardí: la más amplia la forman las canciones españolas que los judíos expulsados siguen recordando después de estos años. Son los romances, las canciones narrativas, etcétera. «En ellos», explica Sofía Noel, «ha cambiado sobre todo la melodía, que ha tomado rasgos de los países donde han vivido. En Marruecos, sobre todo, son más castellanas. » El otro grupo lo forman las canciones religiosas, los romances de tema bíblico, las canciones de bodas, por citar sólo algunas, que fueron creadas específicamente por las comunidades judías españolas. «Dicen los hasidin que una buena voz es un don de Dios. Para cantar, naturalmente, hay que tener una buena voz, y tenerla educada. La garganta es un instrumento, y se educa aunque se sea mayor...
Babelia
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