Nostalgia de claveles
La portuguesa Maria de Medeiros interpreta a los brasileños Buarque y Caetano Veloso en su primer disco
Admite haber oído la cantinela de "¡vaya!, otra actriz que se pone a cantar". "Yo fui la primera en decirla", confiesa riendo. "Es un proceso natural. La historia de Hollywood está llena de actores que cantan y de cantantes que actúan", explica en correctísimo castellano la actriz de Pulp fiction.
Maria de Medeiros habla portugués, francés, alemán, inglés, italiano... "Me he dado cuenta de que cuando uno cambia de lengua también cambia ligeramente de personalidad. El español, por ejemplo, te obliga a ser mucho más claro y directo. Eso está muy bien para los portugueses y franceses a los que nos gusta mucho ser indirectos y complicados", comenta. "Cambiar de patria es un remedio sano a los nacionalismos. He leído que en siete años no queda ni una célula igual en nosotros. ¿Cómo podemos reivindicar una identidad absoluta cuando estamos cambiando todo el tiempo?".
"Me rebelo contra la idea del arte como entretenimiento"
Maria de Medeiros (Lisboa, 1965) creció en Austria. "De la mañana a la noche escuchaba a Mahler, Stravinski o Stockhausen. Hasta los 10 años no supe quiénes eran los Beatles y los Rolling Stones", cuenta la hija del compositor António Victorino d'Almeida. "Con la revolución de los claveles, mis padres, y sobre todo mi madre que era periodista política, regresaron a Portugal. Descubrí toda la euforia de la democracia, la libertad, y, al mismo tiempo, esas canciones brasileñas llenas de encanto y sensualidad, pero muy subversivas. Y, además, las entendía".
No le duele admitir que interpreta las canciones más como actriz que como cantante. Nueve de las 14 del disco A little more blue son obra de Chico Buarque y dos de Caetano Veloso: "Pensé en el título de la canción de Caetano porque estaba mirando hacia una época del mundo occidental en la que se repensó todo, se cuestionó la sociedad, la política, el sexo, las relaciones de pareja... Y este momento es tan pasivo que me produce algo de melancolía. Ahora luchamos contra enemigos, entre comillas, mucho más difusos. Mucho más difíciles de detectar. Que incluso se han instalado hace tiempo dentro de nosotros mismos".
"Me rebelo contra la idea del arte como entretenimiento porque mientras estás distraído te hacen cosas terribles", afirma la actriz de películas de Manoel de Oliveira, Bigas Luna o Isabel Coixet. Medeiros define la música brasileña como la música comprometida más sexy del mundo: "Me contaron que cuando Picasso iba a casa de Braque, éste daba la vuelta a los cuadros porque se los copiaba. La música brasileña es todo lo contrario. Una parte del genio brasileño es esa generosidad que permite la mezcla y la continuidad, y la renovación dentro de la mezcla". Al hablar de A noite do meu bem, recuerda a su abuela y se le humedecen discretamente los ojos: "Creo que fue la primera canción brasileña que escuché. Me la cantaba ella como una canción de cuna, pero en realidad es una canción de amor apasionado, que hace pensar en el paso del tiempo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.