El hallazgo del expolio de Santueri se presenta en un simposio internacional
El prehistoriador Guillem Rosselló Bordoy, que fue director del Museo de Mallorca (1962-2002) dos años antes de que se denunciara el escándalo del expolio del castillo mallorquín de Santueri y la existencia de un tesoro de mil monedas antiguas en manos de un particular, anticipó en un congreso internacional una información histórica novedosa obtenida a partir de este material procedente de la excavación furtiva, sin explicar ningún detalle de su origen irregular.
El atentado al enorme yacimiento de Santueri fue perpetrado supuestamente durante años por un aficionado suizo, Rupert Spilmann, que acumuló un millar de raras monedas y las exportó a Suiza y Alemania. A su vez, el profesor Lutz Ilisch de la Universidad de Tubinga (Alemania) estudió y catalogó las piezas sacadas ilegalmente de España. A raíz de los hallazgos, el Instituto Alemán de Arqueología de Madrid preparó trabajos en Santueri para determinar las migraciones al sur de los llamados vándalos. El Consell de Mallorca proyectó una gran muestra ahora frustrada por la divulgación del origen negro de las piezas y la decisión del juez que indaga el asunto, por indicación del Ministerio de Cultura.
Rosselló, en el Simposio Internacional sobre Castelos, celebrado en 2000 en Palmela (Portugal), anunció el descubrimiento de unas monedas bizantinas -las que halló el supuesto expoliador Spilmann-. El anuncio de Rosselló, novedoso para la explicación de la llamada época oscura de Mallorca, se efectuó casi dos años antes de que se desvelara la existencia del escándalo de la excavación ilegal de la fortaleza.
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