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Lady Gaga desata la fiebre fan en Barcelona

La polémica artista estadounidense actúa esta noche en el Palau Sant Jordi y el domingo en Madrid, con todas la entradas vendidas

Tras un año y medio en la carretera encadenando dos giras, grabando dos discos (uno de ellos, Born this way, se publicará en 2011) y toda una colección de videoclips, Lady Gaga está actuando esta noche por primera vez en Barcelona. "Yo la vi hace casi dos años en el Ochoymedio Club, en Madrid", asegura Astrid, madrileña de 25 años que el próximo domingo estará en la capital para verla por tercera vez. "Era un concierto gratis en un local pequeño y no debían caber más de 300 personas. Cuando Gaga se enteró de que más de la mitad se quedó fuera decidió, sin que estuviera programado, hacer dos sesiones para que nadie se quedara sin verla. Gratis. ¿Dime quién más hace eso por sus fans?"

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Los seguidores se amontonan a las 16.30 en las puertas del Palau Sant Jordi sin llegar a abarrotarlas. Hay algunos adolescentes con madres, pero los modernos de entre 19 y 24 años ganan por goleada. La cola parece patrocinada por American Apparel, la marca hipster por excelencia, cuya única tienda en España está en la capital catalana. Con todo, menos prendas flúor ochenteras, leggings o jerseys con hombreras a la vista de lo esperado. "Espérate que nos saquemos el abrigo", bromea Sandra, de 18. "En solo dos años y pico Lady Gaga ha hecho evolucionar la moda más que cualquier diseñador. ¡Cada maldito vídeo, cada nuevo look en una gala de premios, es un fashion statement en toda regla!", continúa Astrid.

Lady Gaga ha vendido 11 millones y medio de copias de sus dos álbumes y 40 millones de singles, alzándose salvadora superventas en una industria al borde del abismo. Batiendo récords, encadenando seis números uno en Estados Unidos. Con más de 200 millones de visitas, su Bad romance se convirtió en el vídeo más visto en los más de seis años de historia de YouTube. Juntos, sus clips superan los mil millones de hits. Sus apariciones públicas alcanzan las portadas de la prensa seria, que acude a ella para conectar con la juventud que les niega el pan y la sal. La madrina universal de los incomprendidos, los desamparados y los freaks es, además, el icono de moda menos discutido en la era del revival. Por todo ello, Lady Gaga ha llegado a Barcelona, asegura Joan Vich, estudiante de arquitectura de 23 años, como la estrella absoluta del universo pop: "Hoy ya no tiene rival. En el primer vídeo que colaboró con Beyoncé, Videophone, Lady Gaga quedaba eclipsada por la gran estrella del momento", argumenta; "Beyoncé la había invitado a colaborar con ella seguramente porque se sentía amenazada y quería así marcar su territorio. En Telephone, su segundo videoclip juntas , Beyoncé ya era una marioneta al servicio de Gaga, que se la zampa. Ese vídeo fue el que lo cambió todo".

Joan ha llegado a las 10 a las puertas del recinto para asegurarse un buen sitio, "aunque ni muerto me quedo yo aquí toda la noche esperando". Sergio, de 19 años, Álex, 20, y Vero, 19, los tres de Esplugues, sí llevan acampados desde el domingo por la mañana. "Éramos unos cien. Unos alicantinos, que llegaron los primeros, repartieron números para que nadie se colara. A mí me tocó el 70", apunta Vero. "Ha habido algo de conflicto a la hora de asignar los números, pero ha sido bastante divertido. Creo que de todos los chicos que había sólo había un hetero. Ha habido bastante ligoteo aquí estos días... Pero dudo que de esto salga ninguna pareja, ja, ja, ja", añade Álex. "Nos han enseñado coreografías y le estamos preparando una sorpresa a Gaga. Ella dijo que tenía algo inesperado para su concierto en Barcelona, y creemos que estrenará Born this way, el single de su próximo álbum, así que hemos repartido un montón de globos rojos con forma de corazón con el nombre de la canción impreso para cuando la cante. ¡Porque seguro que la canta!".

Carlos, de 21 años, estudiante valenciano de publicidad que lleva el rayo de Aladdin Sane, de Bowie, pintado en la cara, asegura que el momento crucial en la carrera de Gaga fue el vídeo de Paparazzi: "Allí demostró tener más sentido del humor que todas estas petardas intensas que, justo es decirlo, también me encantan. Además, fue el momento en que todos los diseñadores querían vestirla. El momento en el que yo me quise vestir de ella", y estalla en una carcajada cuando un amigo le espeta: "Joder, mira que eres gayer".

Óscar, de 17, estudiante de segundo de bachillerato artístico, y Marc, 16, estudiante de peluquería, además del rayo de Bowie, llevan las gafas con cigarrillos, la cinta aislante policial alrededor del cuerpo, chupa de cuero y tacones. El uniforme Telephone. En un momento, la cola avanza por sorpresa y se los cambian por unas zapatillas. "Lo de los tacones mi madre lo respeta, pero no le gusta", dice Óscar. "Básicamente, porque no quieren que nos peguen", tercia Marc.

Un grupo de jóvenes, ayer por la noche, acampados ante el pabellón Sant Jordi para poder entrar los primeros para ver a Lady Gaga.
Un grupo de jóvenes, ayer por la noche, acampados ante el pabellón Sant Jordi para poder entrar los primeros para ver a Lady Gaga.CARLES RIBAS
Varios jóvenes guardan cola ante el Palau Sant Jordi para ver la actuación de Lady Gaga
Varios jóvenes guardan cola ante el Palau Sant Jordi para ver la actuación de Lady GagaEFE

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