_
_
_
_
Crítica:CINE: 'EL SEXO DE LAS ESTRELLAS'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Hija de padre transexual

En un determinado momento de la película canadiense El sexo de las estrellas, la asexuada, triste y poco agraciada doceañera protagonista encarnada por la sosa debutante Marianne Mercier, dice que le gustan las estrellas porque no tienen sexo, razón por la cual se pasa todo el día, o mejor la noche, escrutándolas con su fálico telescopio.Sin embargo, la vida de la muchacha resulta que es una constante negación de esta frase, debido a que después de cinco años sin saber nada de su adorado padre, un buen día éste aparece convertido en una señorona y además su mejor amigo, su único amigo, resulta ser un prostituto, que se acuesta con hombres por dinero.

Primer largometraje dirigido en solitario, tras diversas escaramuzas en cine y televisión, por la actriz Paule Baillargeon, El sexo de las estrellas no sabe cómo desarrollar esta conflictiva situación dramática, el problema que se plantea a una jovencita, devorada por un fuerte complejo de Edipo, cuando descubre que su padre es un transexual, y se limita a dar vueltas una y otra vez alrededor de ella sin llegar a abordarla directamente en ningún momento.

El sexo de las estrellas

Dirección: Paule Baillargeon. Guión: Monique Proulx. Fotografía: Eric Cayla. Música: Yves Laferriere. Canadá. 1992. Intérpretes: Denis Mercier, Marianne Mercier. Tobie Pelledier. Sylvie Drapeau. Estreno en Madrid: cine Princesa,en versión original subtitulada.

En cualquier caso la historia resulta todavía mucho más incomprensible desde el punto de vista del padre transexual, dado que en ningún momento el guión y la realización nos proporcionan la menor información acerca de él. Ni se sabe por qué en un determinado momento se marchó de Montreal para cambiar de sexo, ni por qué vuelve a su casa para complicar la vida a su sensible hija, ni mucho menos por qué decide instalarse durante una temporada en un hotelucho de mala muerte antes de irse definitivamente a vivir a Nueva York.

La película está más cerca del drama que de la comedia. Pese a ello pretende moverse en ambas direcciones y combinarlas, al incluir ciertas escenas en que el padre transexual intenta hacer algunas conquistas, pero que quedan frustradas desde el momento en que aparece su hija y le llama papá. El sexo de las estrellas es un ambicioso proyecto, que le resulta demasiado grande tanto a la guionista Monique Proulx, como a la realizadora Paule Baillargeon, y cuyo resultado sólo tiene el mínimo interés, provocado por la insólita historia que contiene, pero que está tan sólo planteada y nunca verdaderamente desarrollada.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_