Embarazo conflictivo
El especialista en películas fantásticas Stuart Gordon no es un gran director, pero hay que reconocer que no le faltan buenas ideas. Tanto por debutar con dos curiosas producciones, Re-Animator (1985) y Re-Sonator (1986), que con personales versiones de cuentos de H. P. Lovecraft y contar entre su docena de producciones también con El pozo y el péndulo (1990), interesante adaptación del relato de Edgar Allan Poe, como por la curiosa y divertida historia que encierra Fortaleza infernal, su última película.A un primer nivel, esta coproducción entre Estados Unidos y Australia es una versión más de la habitual historia carcelaria. La única diferencia es que la acción se sitúa en un futuro no muy lejano y que la prisión e; especialmente sofisticada. Está situada en mitad de un desierto, dentro de un subterráneo, con una profundidad de 30 pisos, y es controlada por sofisticados ordenadores. A los presos se les obliga a tragar una exótica bola magnética para tenerlos absolutamente dominados y sus vigilantes pueden introducirse incluso en sus sueños. Como siempre, hay un terrible y sádico alcaide, que no tarda en enfrentarse con el héroe.
Fortress
Director: Stuart Gordon. Guionistas: Steve Feinberg, Troy Neiglibors, David Venable, Terry Curtis Fox. Fotografia: David Eggby. Estados Unidos Australia, 1992. Intérpretes: Christopher Lambert, Kurtwood Sinith, Loryn Locklin, Lincoln Kilpatrick. Estreno en Madrid: Rialto, Vaguada, España, Aragón, Albufera, Parquesur.
Final espléndido
Lo curioso es que la penitenciaría es mixta, y a ella ha ido a parar el matrimonio Brennick, con largas condenas por intentar tener un segundo hijo, tras perder el primero durante el parto. De forma que, en el fondo, lo que narra es un conflictivo embarazo, cómo son detenidos en la frontera cuando intentan huir al descubrir que ella está preñada, y más tarde la fascinación del alcaide por el cada vez más abultado vientre de la mujer.A medio camino entre la ficción científica, la historia carcelaria y la par ábola sobre la maternidad, Fortaleza infernal tiene un final realmente espléndido. No sólo el malvado alcaide es reducido a un montón de cables, introducen un potente virus en el ordenador central que controla la prisión y la pareja protagonista logra huir a México, sino que la mujer sufre una terrible explosión-parto que hace que los protagonistas terminen con un espléndido vástago.
Lo mejor de este conflictivo embarazo es el trabajo de Stuart, Gordon tanto por hacer creíble tan disparatada historia como por conseguir aglutinar elementos tan dispersos. También la in terpretación de Kurtwood Smith, el alcaide mezcla de sadismo y amor. Bastante menos interés tiene la actuación del bizco Christopher Lambert, mientras la rubia Loryn Locklin, en el papel de su embarazada mujer, carece de la menor credibilidad.
Babelia
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