Fallece el célebre compositor Mauricio Kagel
El autor, de origen germano-argentino, estaba considerado como uno de los más grandes músicos contemporáneos
Uno de los compositores contemporáneos más célebres, el germano-argentino Mauricio Kagel, ha fallecido a los 76 años en Colonia (Alemania), según ha anunciado un portavoz de la editorial que publica sus partituras, C.F. Peters Musikverlag, según informa France Presse. Compositor de música clásica, de ópera y de bandas sonoras de películas como la que compuso en 1983 para Un perro andaluz (1929), de Luis Buñuel, Kagel estaba reconocido mundialmente como uno de los grandes innovadores de la creación musical. "El mejor músico europeo es un argentino, Mauricio Kagel", dijo en una ocasión el legendario compositor vanguardista estadouniense John Cage.
Mauricio Kagel (Buenos Aires, 1931-Colonia, 2008) era uno de los compositores más prominentes de los últimos tiempos, destacado por su constante innovación en el teatro musical y su convicción antiinstitucional. Destacó por su interés en potenciar la vertiente teatral de la actuación musical. De hecho, es sus composiciones solía incluir indicaciones para que los intérpretes efectuaran determinados gestos y solía dar pautas para que los músicos interactuaran. Buena parte de este interés en la dramatización de la música lo aproximó al teatro del absurdo.
Creador del 'teatro instrumental'
Una de sus obras más destacadas es Staatstheater (1971), su primera ópera y una de sus creaciones más más abiertamente antiinstitucionales, a la que consideró "no solo una negación de la ópera, sino de toda la tradición del teatro musical". La pieza Sonant (1960/...) fijó las bases de su concepto de teatro instrumental, clave para muchas de sus composiciones posteriores. En esta concepción musical se requiere explícitamente la presencia de los intérpretes y les insta a presentar un sentido dramático de la representación, más que música absoluta. De este modo, los músicos efectúan comentarios verbales o imitan su propia interpretación y la de sus compañeros, o bien crean sonidos en contextos dramáticos. En conjunto, acentúan los conceptos de dificultad, burla y confusión. En sus composiciones posteriores continúa creando teatro a partir del sonido (como la competición entre dos violonchelos, arbitrada por un percusionista) o elaborando sonido a partir del teatro (como el traqueteo que resulta de la coreografía en Pas de cing).
"La música es un arte realista. La ambición del público es escuchar música absoluta. Una sinfonía, un cuarteto, cualquier música instrumental, es percibida como algo abstracto, como un fin en sí misma", había señalado Kagel, en una reciente entrevista en El País. "Pero, en su origen," -añadía- "cada pieza musical es una carta de amor. Cuando uno escucha música, ésta despierta otras sensaciones y sentimientos que se perciben al mismo tiempo. Cuando se compone pasa algo parecido: surgen en la nuca, bien dentro de la cabeza, imágenes, sensaciones y sentimientos. Por eso, cada partitura es una carta de amor en la que el autor expresa estos sentimientos. La música siempre los expresa y de ahí surge la necesidad de llevarlos también al público mediante la prolongación del sonido en el gesto visual".
Innovador antiinstitucional
Compositor autodidacta, Kagel empezó a escribir música a los 19 años, con el propósito de buscar ideas musicales que se opusieran al estilo neoclásico dictado por el Gobierno de Juan Domingo Perón. A los 26 años escuchó el consejo del músico francés Pierre Boulez, que le recomendó trasladarse a Europa, y viajó con una beca a Alemania. se estableció en Colonia, que en aquel momento era considerada la meca de la vanguardia musical europea, donde pasó a integrar la llamada segunda generación de compositores de Darmstadt.
En 1969, se convirtió en director del Instituto de Nueva Música en la Rheinische Musikschule de Colonia y sucedió al revolucionario compositor Karlheinz Stockhausen al frente los Kölner Kurse für Neue Musik. Una de las notas características de Kagel es la original combinción de instrumentos que exigen sus composiciones. Una de sus obras más conocidas, estrenada en 2003, es Torre de Babel, trabajo coral para 18 voces y 18 idiomas. También es bastante célebre su Pasión según San Bach.
El trabajo de Kagel fue distinguido con numerosos premios en Europa, entre los que se destacan el Premio Erasmus (1998), el Premio Ernst von Siemens de la Música (2000) y el Gran Premio Renano del Arte (2002).
Babelia
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