"Escribo para los niños, y dejo que los adultos lo lean"
Cornelia Funke culmina con 'Muerte de Tinta' su exitosa trilogía fantástica
"Creo que los personajes de los libros tienen para algunos consistencia real, así que se me ocurrió que podían tomar vida". Cornelia Funke (Dorsten. Alemania, 1958) quería de niña ser astronauta y luego pensó convertirse en piloto y también en la mujer de un jefe indio, pero estudió Pedagogía y empezó a trabajar en una guardería. Un día se puso a dibujar y se dio cuenta de que no se le daba mal. Se convirtió en ilustradora de libros. Y de ahí saltó a la escritura. Lo hizo cuando tenía 35 años: "¡Era una vieja!", escribe en un texto incluido en el dossier de Mundo de Tinta (Siruela), la última entrega de una trilogía de la que forman parte Corazón de Tinta y Sangre de Tinta.
Helen Mirren y Brendan Fraser encarnan en el cine a sus personajes
Cornelia Funke ha publicado desde entonces muchos libros, pero fue en esta trilogía donde devolvió la vida a los personajes que habitan en las páginas de la literatura. "Para muchos lectores, los personajes son más reales que los propios seres humanos", contó ayer en Madrid. "La cuestión era que al darles vida tenía que sacarlos de sus respectivos mundos. Mi problema fundamental era: ¿cómo los hago salir?". Encontró la respuesta en la voz humana.
Es de noche y está lloviendo. Meggie, una niña de 12 años, no consigue dormir. Da vueltas en la cama. Bajo la almohada tiene escondido el libro que está leyendo y tiene la tentación de abrirlo. Se anima a encender unas velas (aunque lo tiene prohibido). Arde una cerilla, se ilumina de golpe la habitación, y oye unos pasos. Se asoma a la ventana: "... el extraño era apenas una sombra. Sólo su rostro brillaba hacia Meggie desde el exterior. El pelo se adhería a su frente mojada".
Así empieza Corazón de Tinta, la primera parte de una trilogía que ha seducido ya a siete millones de lectores en el mundo entero. Dentro de unos meses se estrenará la adaptación cinematográfica. Produce Newline Cinema (la de El señor de los anillos), dirige Ian Softley, y Brendan Fraser y Hellen Mirren son sus protagonistas. Cornelia Funke estableció una cláusula en el contrato: sería la productora creativa con voz y voto para decidir el reparto. Ayer habló maravillas de la voz de Brendan Fraser, "capaz de ser trágica pero también cómica".
Y es que la voz es uno de los elementos centrales de esta trilogía. Mo, el padre de Meggie, tiene un extraño poder. Cuando lee puede dar vida a los personajes. "Nunca sé lo que va a pasar en mis libros", explica Cornelia Funke, "y lo más excitante es ver qué van a hacer esas figuras que de pronto han salido de sus historias para entrar en las mías".
Son justamente esos personajes los que terminan complicando la vida de Mo y Meggie, y desencadenan unas tramas donde hay fantasía y humor, suspense y aventura. En Muerte de Tinta de nuevo está la niña delante de una ventana. Grita un grajo, y su padre desaparece en el bosque... "Escribo para los niños, y doy permiso a los adultos para que lo lean", responde cuando se le pregunta si va a cambiar de registro.
"No creo estar influida por J. K. Rowling" (la creadora de Harry Potter), comenta la escritora alemana que vive ahora en Los Ángeles. "Admiro lo que ha hecho por el libro y la lectura y me honra que me comparen con ella".
Con la misma rotundidad con la que afirmó que había cerrado su trilogía se puso a contar lo que podría pasar en la siguiente entrega: "El protagonista será Orfeo, para saber qué va a hacer en ese mundo en el que se ha quedado". ¿Así que habrá continuación? "Ni siquiera me lo planteo. Tengo cuatro proyectos por delante, y éste está en la cola". Antes hay una historia de fantasmas en Inglaterra, y Atrevido, una novela de fantasía llena de gárgolas. Mañana, y con el mismo entusiasmo con el que se reunió ayer con la prensa, Cornelia Funke se encontrará a las 12.00 con sus (jóvenes) lectores en el Retiro.
Babelia
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