Claroscuros en el teatro Kodak
El éxito comercial y moral de los ganadores y el tradicional desfile de lentejuelas contrastaron con dolorosas ausencias y la presencia de mitos crepusculares
Nombres que no se mencionaron, candidatos derrotados, el Oscar para Lars von Trier... Repasamos algunos detalles de la ceremonia, marcada por el triunfo de El discurso del rey, un éxito comercial en España.
- Un lanzamiento inteligente. Steven Spielberg abrió el sobre, leyó El discurso del rey, y a mucha gente del mundo del cine los ojos se les llenaron de símbolos del dólar. En España menos. No porque en su distribuidora DeAPlaneta no se hayan alegrado -llevan dos Oscar seguidos a la mejor película, tras En tierra hostil en la pasada edición-, sino porque el drama del rey Jorge VI ha entrado en su décima semana en cartel, en un lanzamiento comercial como los de antes, basado en el de boca en boca y no en arrasar el primer fin de semana.
Desde su estreno, el pasado 22 de diciembre (a la vez que Grecia, Australia, Canadá y EE UU, y antes incluso que en Reino Unido), el drama histórico de Tom Hooper nunca ha bajado de los 3.000 euros por copia de media por fin de semana, una cifra muy buena en Navidades, y espectacular según avanzaban las semanas. Ayer llevaba una recaudación acumulada de más de siete millones de euros y había logrado 3.217 euros de media en cada pantalla: El discurso del rey era la octava en taquilla en total (456.000 euros) y la tercera en orden de mayor recaudación por sala. Porque el filme ha rondado siempre las 150 pantallas, una cifra mediana-baja; por ejemplo, Enredados está en 484 salas, Cisne negro, en 325, y Valor de ley, en 297. Saw VII, también de DeAPlaneta, está en 279 pantallas.
Ignacio Segura, director general de DeAPlaneta, explica que compraron la película hace ya un año en el mercado del festival de Berlín: "Nos gustó el guion y nos enseñaron un par de minutos de metraje en los que se veía a Colin Firth y a Geoffrey Rush cara a cara. La compra fue mediana en precio, no cara como por ejemplo ha sido Saw VII".
¿Merecía la pena esperar a la temporada de premios, como la misma DeAPlaneta hizo con En tierra hostil? "En Navidades hay una oferta grande de cine familiar y muy poca para los cinéfilos urbanos. Nosotros lo vimos claro". En el lanzamiento El discurso del rey salió con 110 copias y el primer fin de semana hizo 400.000 euros. "No quisimos salir a romper el fin de semana", confiesa Segura. "Apostamos por el de boca en boca y por aguantar con su calidad el periodo entre Navidad y la temporada de premios como los Globos de Oro. Decidimos no aumentar mucho el número de copias, a pesar de que muchos cines nos las reclamaban porque premiamos la fidelidad de los que la proyectaban".
Hace años este lanzamiento sosegado era más habitual. Hoy en día solo películas con menos de 70 copias -normalmente de autor- aguantan tanto tiempo; las de más de 200 copias van a hacer saltar la banca en tres días y a desaparecer después. Y no habrá cambios tras lograr el Oscar. "Lanzaremos unas 30 copias más, no nos volveremos locos. Es cierto que somos una distribuidora de cine más comercial, pero cada año sacamos tres o cuatro títulos así, con más intención, y los cuidamos. Creo que incluso podríamos llegar a los nueve millones de euros".
- ¿Quién dijo qué? En casi todo el mundo la ceremonia se vio en directo. En casi todo el mundo... porque en Estados Unidos la retransmisión televisiva llevaba siete segundos de retardo, suficientes para que cuando la actriz Melissa Leo, con el Oscar en la mano, soltó su "fuck [joder]", la cadena ABC la censurara.
Según la Academia era la primera vez que alguien decía esa palabra en la gala. En EE UU El discurso del rey se estrenó con la calificación R - los menores de 17 años deben ir acompañados de un adulto o familiar- y a finales de febrero, tras silenciarle quince palabrotas a Jorge VI, la rebajaron a PG-13 -no apropiada para menores de 13 años-. A Colin Firth la mutilación no le ha gustado nada: "Detesto las palabras soeces pero por eso no dejo de llevar a mis hijos a los partidos de fútbol, donde la gente no para de gritarlas".
- Un productor llamado Lars von Trier. Zentropa, la productora más poderosa del norte de Europa, creada por Lars von Trier y Peter Aalbæk, ha logrado por fin su Oscar con En un mundo mejor, de la danesa Susanne Bier, tras siete candidaturas.
- ¿Dónde está Berlanga? Como en cada edición, llamaron la atención varias ausencias en el vídeo de homenaje a los fallecidos. En Estados Unidos ha dolido la falta del actor Corey Haim; en Francia, la de Maria Schneider, protagonista de El último tango en París. En España, la de Luis García Berlanga.
- Doblete británico. Desde 1965 dos actores británicos no ganaban en los apartados principal y secundario. Si este año el doblete lo han ganado Colin Firth y Christian Bale, en aquella edición lo lograron los ingleses Rex Harrison (protagonista de My fair lady) y Peter Ustinov (secundario en Topkapi).
- La extraña pareja. Hasta este año nunca una pareja chico / chica había copresentado los Oscar. Vista la química entre Anne Hathaway y James Franco y los índices de audiencia televisiva, parece difícil que se repita la experiencia.
- Veteranos de guerra. En el escenario aparecieron dos nonagenarios: Kirk Douglas, de 94 años, que presentó el Oscar a la mejor actriz secundaria, y Eli Wallach, de 95 años, que celebró su Oscar honorífico.
- Dibujos invencibles. Con Toy story 3, la productora Pixar ha ganado su cuarto Oscar consecutivo al mejor largometraje de animación. Desde que en 2002 se creó esta categoría, solo fracasaron en esa edición, con Monstruos, S. A., y en 2007, con Cars. En 2003 y 2006 no fueron nominados. El resto, todo Pixar.
- A casa fracasado. Twitter lanzó a la fama su nombre días antes de la gala. Por 14ª vez el técnico de sonido Greg P. Russell era candidato al Oscar, esta vez por Salt. El domingo, por 14ª ocasión, volvió sin la estatuilla a casa.
- La canción favorita de Obama. El presidente de EE UU fue uno de los invitados en un vídeo. En su breve aparición -que acompañaba la presentación de las canciones candidatas de este año- Obama elegía la suya. As time goes by, la célebre melodía de Casablanca, es su favorita.
- ¿De qué habla Hollywood? De Charlie. Desde The New York Times al último programa de televisión, todos muestran su conmoción ante la caída en desgracia de Charlie Sheen. Ni la adicción a la cocaína ni el maltrato a varias de sus parejas fueron suficientes para acabar con su contrato como estrella de la serie Dos hombres y medio, gallina de oro de la CBS y Warner Brothers. Pero Sheen parece que se ha pasado de la raya al confesar que odia a su jefe con comentarios antisemitas. Un James Franco travestido bromeó sobre su colega. Por cierto, el actor se ha querellado contra la cadena por la cancelación de la serie.
- Todo elogios para Penélope. Más allá de que los gurús de la moda decidan que la actriz madrileña haya acertado con su vestido de L'Wren Scott y las joyas de Chopard, los medios de comunicación estadounidenses alabaron que Penélope Cruz fuera a la ceremonia -estaba en la primer fila con su marido- un mes después de ser madre.
Babelia
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