Baile, jamón y español en Tokio
El Instituto Cervantes inaugura en la capital de Japón su sede más grande
Los Reyes inauguraron el Instituto Cervantes de Tokio, el mayor templo de la lengua española en el extranjero. Por la noche, el baile desgarrador de María Pagés conquistó a los emperadores, Ahihito y Michiko, y a empresarios, artistas, funcionarios, políticos y banqueros invitados por Don Juan Carlos y Doña Sofia a una suculenta cena de Joseph Barahona.
La cultura española triunfó ayer en Japón. Por la mañana los Reyes inauguraron el Instituto Cervantes de Tokio, el mayor templo de la lengua española en el extranjero. Por la noche, el baile desgarrador de María Pagés conquistó a los emperadores, Ahihito y Michiko, y a empresarios, artistas, funcionarios, políticos y banqueros invitados por Don Juan Carlos y Doña Sofia a una suculenta cena de Joseph Barahona, el chef catalán que ha abierto una escuela de cocina en la capital del Imperio del Sol Naciente.
La pasión por el flamenco hace que 400.000 japoneses estudien español
Los brazos de Pagés revolotearon por el escenario con suavidad y brío en una colosal interpretación de los poemas de Ichiro Ando Es una rosa y de Federico García Lorca La casida de la rosa. Fue un baile limpio, que irrumpió sin música y con una fuerza tal que en ocasiones obligó a los presentes a contener la respiración.María Pagés, que ya ha venido a Japón en otras 15 ocasiones, se declaró orgullosa tener un "público fiel, serio y entregado" y se empeñó en demostrar que lo que "une a dos culturas distintas es la sensibilidad".
La pasión de los japoneses por el flamenco, que según María Pagés radica en que son "dos sociedades diametralmente opuestas" es uno de los motivos por los que en este país hay unos 400.000 estudiantes de español. Aunque la inauguración oficial fue ayer, el Cervantes de Tokio echó a andar en septiembre de 2007 y cuenta con más de 2.000 matrículas.
"Aprender hoy la lengua española es sinónimo de apertura de nuevos horizontes personales y de posibilidades profesionales", dijo el Rey al recordar que en el mundo hay 500 millones de personas que hablan español. En el acto de inauguración, que comenzó con un minuto de silencio por los dos soldados muertos en Afganistán, participó también la princesa Takamado, que leyó la mitad de su discurso en un castellano impecable. Takamado aseguró que El Quijote es para los japoneses "el símbolo de la fuerza que permite convertir los sueños en realidad".
La directora del Instituto Cervantes, Carmen Cafferel, reconoció que el centro de Tokio -un edificio de ocho pisos y 4.300 metros cuadrados, con 18 aulas, dos salas de exposiciones, una biblioteca, una librería y un auditorio para 160 personas- "se ha hecho esperar" pero, como de sabios es rectificar, reveló que el Gobierno pretende crear "el Observatorio de la Lengua Española en Japón". Con ello, quiere convertir a este país en la punta de lanza de la penetración del español en la región de Asia-Pacífico.
Laura García Lorca, la sobrina del poeta, asistió también a la ceremonia, ya que la biblioteca del centro de Tokio, que actualmente tiene 8.000 volúmenes y piensa alcanzar los 40.000, lleva el nombre de Federico García Lorca, uno de los escritores españoles más admirados en Japón.
Pero si el baile y la lengua ganan adeptos, la cocina española, con el cerdo ibérico como bandera, desata pasiones. En esta megalópolis de Tokio, donde diseño e innovación tecnológica se dan la mano, Barahona tiene su propio templo de fogones: el restaurante L'Estudi, que cuenta con una sola mesa, aunque ello no le impide servir a Reyes y emperadores cuando hace falta.
Los Reyes, que iniciaron el lunes su segunda visita de Estado al Imperio del Centro, viajarán mañana, jueves, a Kioto (la antigua capital) donde clausurarán un seminario sobre el español en Japón, que ha reunido a medio centenar de las diversas universidades niponas donde se enseña la lengua de Cervantes.
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