_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Alumbrar lo valioso

Antonio Muñoz Molina

La cuestión es simple, de una simpleza que puede ser alentadora o desoladora: sin periodismo serio no hay democracia; sin periodismo cultural serio no hay cultura democrática.

Entiendo por cultura democrática la que favorece la manifestación de las mejores formas de talento creativo y el acceso a ellas del mayor número de personas capaces de disfrutarlas y juzgarlas con un criterio soberano, no manipulado por sutiles o explícitas coacciones de la ideología, del comercio o la moda. Igual que el ciudadano necesita, para ejercer su condición, un periodismo que le cuente escrupulosamente las cosas como son, no como los mangantes de la política o los amos del dinero quieren que sean, el aficionado a la literatura y a las artes necesita educar su criterio con informaciones rigurosas y juicios críticos no corrompidos por el colegueo o el capricho. Los intereses y las aficiones que cada cual posee han de ser alimentados; pero un buen periodismo también despertará en el lector curiosidades nuevas, abrirá campos insospechados, más gozosos todavía porque tendrán el resplandor excitante de lo nuevo. Fortalecer prejuicios, navegar con la corriente, dar más al que ya lo tiene todo, disfrazar el conformismo de disidencia, la corruptela de integridad, son vicios comunes en culturas poco ventiladas: contra ellos, no hay más antídoto que un ejercicio permanente del juicio personal alumbrado por un periodismo que ofrezca conocimiento y trasmita observación serena y crítica, curiosidad y entusiasmo.

Sin periodismo serio no hay democracia; sin periodismo cultural serio no hay cultura democrática
Más información
"Es obligatorio apasionarse"

En los periódicos hay cada vez más miedo a lo minoritario, a lo difícil, a lo que no es última moda. Pero yo veo exposiciones llenas de un público fervoroso y salas de conciertos en los que no queda un asiento libre, y personas de cualquier edad que leen en el metro obras excelentes de literatura: minorías inmensas que piden y agradecen y no siempre reciben un periodismo volcado a la revelación de lo mejor, al gran debate informado y libre sin el cual no hay cultura democrática.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_