Vídeo | La Nueva Ruta de la Seda triplica el número de las empresas chinas de seguridad por el mundo

Como puede verse en el vídeo que acompaña esta noticia, la Nueva Ruta de la Seda, uno de los proyectos de infraestructura más ambicioso del mundo, hizo que China aumentara sus inversiones en países ricos en recursos naturales y con un mercado no explorado, pero politicamente inestables. Desde 2010, el Gobierno de Xi Jinping se ha visto obligado a aumentar el número de empresas de seguridad privada para garantizar la protección de sus compañías estatales en el extranjero, principalmente en Africa. En total, son 4 millones de trabajadores y más de 8.000 empresas registradas por las fuerzas armadas de Pekín. De estas, al menos 20 están autorizadas a operar fuera de las fronteras del país y poseen más de 7.000 empleados, tres veces más de lo que tenía en el año de 2010, según los datos del Instituto Mercartor comprobados por la Fundación Jamestown de Estados Unidos.

Las empresas de contratistas están integradas en buena medida por veteranos del Ejército Popular de Liberación y su misión principal consiste en proteger a las empresas de gran capital estatal, como petroleras, mineras y constructoras. La influencia de estas empresas privadas de servicios de seguridad o militares ha crecido en los últimos años, aunque su perfil básico persiste en variables clave como el hecho de no poder portar armas o no participar en actos violentos relacionados con conflictos armados. A diferencia de los mercenarios comandados por Yevgueni Prigozhin del Grupo Wagner, su principal objetivo es reforzar los establecimientos económicos de la región en lugar de llevar a cabo operaciones militares, como explica el investigador principal del Real Instituto Elcano y experto en estudios de Asia Oriental, Mario Esteban, en este vídeo.

La retirada gradual del Grupo Wagner de África debido a la guerra de Ucrania y el crecimiento de las empresas privadas de seguridad chinas permitirán a Pekín ampliar aún más su huella en el continente africano. A la medida que la Nueva Ruta de la Seda se amplie, es probable que los actores chinos vayan desempeñando gradualmente un papel más significativo en el sector de la seguridad, especialmente en los Estados africanos que mantienen tensas relaciones con Occidente, según Esteban.