Vídeo | ‘Tu opinión es una mierda’: la campaña que alerta sobre los peligros de la polarización
Un estudio revela que los mensajes con contenidos polarizados pueden causar la misma adicción que algunas drogas
En los últimos cinco años, el fenómeno de la polarización ha crecido hasta un 40%, según indica el macroestudio Democracy Report 2022 de la Universidad de Gotemburgo, que concluye que un escenario político de continuas crisis ha provocado una radicalización de las opiniones y de la variedad de soluciones políticas propuestas para atajarlas. En el vídeo que acompaña a esta noticia, se puede ver a la campaña ‘Tu opinión es una mierda’, una pieza diseñada para divulgar el estudio ‘La droga oculta’, de la consultoría global de comunicación LLYC y la organización Más Democracia sobre la adicción a los contenidos polarizados.
Según explica la campaña, asesorada por neurocientíficos y politólogos, los mensajes incendiarios propios de sociedades polarizadas generan en el organismo la activación de sustancias como dopamina o endorfinas, que activan los mismos receptores del cuerpo humano y hacen que el lector genere adicción a su consumo, como ocurre con drogas como la cocaína. Esta dependencia puede provocar depresión, irritabilidad, dependencia, distanciamiento social, crispación generalizada y aumento de los discursos del odio, según la investigación.
Las redes sociales han tenido un papel fundamental en este crecimiento. Hoy, una de cada cuatro personas está expuesta a polarización extrema y, en 2040, ascenderá a dos de cada cuatro. El estudio demuestra que algunos asuntos refuerzan el fenómeno. En España el feminismo y los sindicatos son los asuntos que generan más adicción, mientras que el racismo y el aborto provocan la mayor polarización. En el plano internacional, Brasil ha sido clasificado como el país más polarizado entre los evaluados en la investigación.
Para Cristina Monge, presidenta de Más Democracia, “una democracia de calidad exige tener un espacio público seguro de deliberación”. El estudio apunta que la salida para una sociedad menos polarizada y más democrática está en la inversión pública en espacios seguros que incentiven el diálogo abierto y que garantice la mediación digital y el acceso a la información.