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Un banco busca entre más de un millón de mensajes de clientes para escribir una historia de amor

La agencia Ogilvy está detrás de ‘Al otro lado’, el corto del director Dani de la Orden

En foto, una imagen promocional del corto publicitario 'Al otro lado'. En vídeo, el cortometraje.Vídeo: FOTO Y OGILVY

Ha sido necesario rebuscar entre cerca de un millón de mensajes de clientes de un banco para que el cortometraje Al otro lado pueda estrenarse este miércoles. La idea de la agencia de publicidad Ogilvy partía de una ocurrencia original: elaborar un guion únicamente con los comentarios que los clientes de la entidad ING han dejado en las redes sociales desde que el banco llegó a España, hace ya 21 años.

El director del cortometraje, de ocho minutos de duración, reconoce que lo primero que pensó cuando aceptó el encargo fue que era “una liada”: “Ya después vi que era un reto y una idea desde la creatividad publicitaria bastante original”, recuerda por WhatsApp el barcelonés Dani de la Orden, de 31 años, conocido por películas como Litus o Barcelona nit d’estiu.

Al otro lado es una historia romántica que comienza en el momento en el que una pareja se dispone a firmar el divorcio que no pudieron formalizar meses antes por culpa del confinamiento. El guionista Daniel González, colaborador habitual de De la Orden, tuvo que buscar los diálogos entre el millón de mensajes que había en las cuentas de Twitter, Facebook, Instagram y Youtube del banco. Afirma que “el proceso de escritura fue, en un 90%, tiempo dedicado a buscar comentarios apropiados”, lo que le llevó entre una semana y media y dos.

González seleccionó mensajes de 45 clientes, que figuran en los créditos de este corto como coguionistas. Recopiló en principio “un listado de unas 350 frases” que creía que podrían ser útiles y luego fue buscando según las necesidades del guion: “Si quería que los personajes hablaran, por ejemplo, de sus vacaciones, buscaba frases que contuvieran ‘vacaciones’, ‘crucero’, ‘descansar’, ‘playa’, ‘Punta Cana’…”, cuenta por escrito.

El guionista explica que tuvo que desarrollar algún truco para que los mensajes de los clientes encajaran con la historia: “En muchas ocasiones se refieren a alguna acción que hacen los personajes, a algún objeto con el que interactúan o a algo que ven hacer a otro personaje en la escena. Son mecanismos (espero que bien disimulados) para recontextualizar las frases”. El director define tener que ceñirse a los comentarios como “una pesadilla”, pero está muy satisfecho con el resultado final: “Es un reto. Estás marcando las reglas del juego y no te las puedes saltar. A mí esto me gustaba”.

La idea partió de Chus Rasines, director creativo de la agencia publicitaria Ogilvy, quien tenía el objetivo de agradecer la confianza de todos los clientes de ING en el banco. Cree que es la primera vez en la historia de la publicidad que se hace algo así: “Se han hecho cosas basadas en los comentarios, pero que yo tenga constancia, no tanto como hacer una película de ficción con esos comentarios”, explica por teléfono. Repite que su objetivo era hacer algo muy innovador, pero confiesa que le dio “vértigo” enfrentarse a ese millón de comentarios.

La última complicación del guion fue pedir el permiso para que los autores de los mensajes accediesen a que fueran utilizados. Rasines explica que todos los clientes del banco a los que consiguieron localizar dieron su permiso, pero no todos llegaron a leer el mensaje. Para los 45 coguionistas que sí contestaron hubo un preestreno virtual este martes, un día antes de que se lanzara el cortometraje en Youtube, y el director creativo de Ogilvy se congratula de cómo lo han recibido: “Han dicho cosas muy bonitas sobre el proyecto”. Solo hay que verlo para entenderlo.

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