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“Los votantes latinos son un blanco más fácil para las ‘fake news’ generadas por inteligencia artificial”

Desde el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados, Juan Rosa advierte de los riesgos que la IA supondrá para la comunidad en las elecciones de noviembre

Paola Nagovitch
Juan Rosa
Juan Rosa en una imagen de archivo.CORTESÍA

Juan Rosa (Junco Verde, República Dominicana, 39 años) tiene un objetivo claro para los próximos cinco meses: educar a los votantes latinos sobre el riesgo que supone la inteligencia artificial de cara a las primeras elecciones presidenciales de Estados Unidos en la era de esta tecnología. Lo hará desde su rol como director nacional de compromiso cívico del Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO, por sus siglas en inglés). Y no será una tarea fácil: 36 millones de latinos podrán votar el próximo 5 de noviembre, una cifra récord. Es un electorado que históricamente ha sido objeto de campañas de desinformación electoral y que ahora se enfrenta a las fakes news generadas por inteligencia artificial, las cuales son fáciles de producir y difundir pero difíciles de distinguir, rastrear y combatir.

Rosa es consciente de que los retos que plantea la IA son aún mayores para los latinos porque es una comunidad que “usa el Internet para todo”. La gran mayoría se informa a través de redes sociales como Facebook y se comunica mediante aplicaciones de mensajería cifradas como WhatsApp, donde la moderación de contenido en español es prácticamente inexistente. Para hacer frente a esta realidad, el experto explica que es necesario que el votante latino desarrolle “un sano escepticismo sobre el contenido” con el que interactúa y que sepa cómo contrarrestar la información que haya recibido. Con este fin, NALEO lanzó en 2022 una campaña llamada Defiende la Verdad, la cual este año se ha centrado en el auge de la IA en la desinformación.

Pregunta. ¿Son los latinos especialmente vulnerables a la desinformación?

Respuesta. Yo no usaría la palabra “vulnerable”. Mejor diría que los latinos están bien posicionados para verse afectados por información falsa.

P. ¿Por qué?

R. Porque la comunidad latina usa el Internet para todo. Varios estudios lo han demostrado. Por ejemplo, hay una parte considerable de la comunidad que confía en YouTube o Facebook para sus noticias. Y otro gran problema que afecta a los latinos en Estados Unidos es el uso de tecnología encriptada para comunicarse. Muchos latinos utilizan WhatsApp o Telegram, que son herramientas cifradas que no permiten la supervisión ni la eliminación de contenidos. La gente comparte lo que quiere, incluso a nivel transnacional. Es decir, tu tía en la República Dominicana o tu tía en Colombia puede enviarte información sin antes ser vetada y sin que pueda ser eliminada. Por tanto, una de las cosas que hace que los latinos estén especialmente bien posicionados para la difusión de información errónea es el hecho de que estén tan presentes online.

P. ¿Es fácil distinguir los contenidos falsos de los reales?

R. El Instituto para la Democracia Digital de las Américas ha realizado estudios que demuestran que los latinos entienden cuándo algo es falso y cuándo no. Así que la cuestión es si los latinos son capaces de discernir que algo es falso de lo que no lo es, ¿tienen la fuente para obtener la información correcta?

P. Es decir, no es que sean ingenuos, sino que se mueven dentro de los canales donde vive la desinformación.

A. Exacto, sobre todo estas redes encriptadas, que son especialmente peligrosas porque no permiten el control ni la señalización de contenidos falsos.

P. ¿Son los latinos hispanohablantes más susceptibles que los angloparlantes?

A. ¡Sí! Una de nuestras estrategias en la campaña de Defiende la Verdad es el seguimiento de las redes sociales. Nos reunimos al menos dos veces al mes, juntamos voluntarios y buscamos palabras clave en Internet. Y lo hacemos porque sabemos que existe un vacío —bien documentado— en la capacidad de las empresas de redes sociales para controlar y eliminar contenidos en idiomas distintos al inglés, incluido el español. Esto es una realidad.

P. ¿Cómo pueden los medios de comunicación de Estados Unidos, específicamente los de habla hispana, desempeñar un papel más importante en la lucha contra este problema?

R. Una cosa que sabemos, según nuestras investigaciones de 2019 y 2020, es que para los latinos de habla hispana, los medios de comunicación en español son una fuente de información de confianza. Así que existe una promesa allí, podemos priorizar que los medios de comunicación de habla hispana estén bien equipados para contrarrestar la desinformación.

P. Estamos a menos de cinco meses de las primeras elecciones estadounidenses en el año de la inteligencia artificial. ¿Cómo afectará esta tecnología a los votantes latinos?

R. Es difícil saberlo, solo podemos especular. Por ejemplo, una de las cosas que nos preocupa es lo que ocurrió en las primarias de New Hampshire, donde se hicieron llamadas automáticas a los votantes usando la voz de Joe Biden e instando a la gente a no ir a votar. Son cosas que los latinos ya han vivido antes. No necesariamente llamadas como estas, pero históricamente en barrios latinos se han colocado carteles indicando una fecha electoral errónea. O alegando que las autoridades de inmigración estarían en las urnas. Ese tipo de cosas ya les ha pasado a la comunidad latina, pero ahora tenemos una tecnología que hace que sea extremadamente fácil producir y compartir desinformación y que al mismo tiempo sea muy difícil de rastrear.

P. ¿Cómo se le puede hacer frente?

R. Ha habido legislación estatal, en Florida, por ejemplo, que obliga a que los contenidos políticos realizados con IA lleven una marca de agua. Aplaudimos esos esfuerzos, pero, ¿quién informará a los latinos de esa marca de agua? Como usted ha dicho, este es el año de la IA, pero nosotros lo vemos más como una característica de las elecciones del futuro. Es una cosa más con la que vamos a tener que trabajar. Antes, nuestro trabajo se centraba en educar a la gente sobre sus opciones: el voto anticipado, el voto por correo, votar en persona el día de las elecciones... Ahora, también tendremos que educarles sobre el tipo de contenido que reciben, si es real o no. ¿Qué es una marca de agua? ¿Cómo aparecerá?

P. ¿Cómo serán estas campañas educativas?

R. En el futuro inmediato, se tratará de ayudarles a desarrollar un sano escepticismo sobre el contenido que reciben y de dirigirles a la fuente de información adecuada. La ciencia va a seguir evolucionando, así que lo único que podemos hacer es utilizar las herramientas que tenemos: educar a la comunidad y trabajar con los medios de comunicación.

P. Precisamente, la IA es una tecnología que avanza constantemente. Lo que vemos ahora será muy diferente en 2028, cuando se celebren las próximas elecciones.

R. No solo en 2028. Estamos pensando ya en 2025, cuando la ciudad de Nueva York elegirá un nuevo alcalde. Cientos de miles de latinos votarán en la ciudad. Y luego están las elecciones intermedias en 2026. Así que tenemos muy poco tiempo para educar a la comunidad en lo que es la providencia, en discernir si algo es falso o no, y mostrarles dónde pueden acudir para obtener la información correcta.

P. Sabemos que en las elecciones de este año y las del futuro, el voto latino será cada vez más decisivo a medida que crezca la comunidad latina en el país. ¿Eso les convertirá en un blanco?

R. Por supuesto. A medida que una comunidad se vuelve más decisiva, se convierte en un blanco más fácil para los malos actores que quieren conseguir ese voto de forma nefasta o suprimirlo. Ese crecimiento continuo del voto latino conllevará riesgos, incluyendo personas que intentarán confundirlos o disuadirles de votar.

Sobre la firma

Paola Nagovitch
Periodista en Nueva York. Coordina la edición en inglés del periódico y forma parte del equipo fundador de EL PAÍS US. En 2022, fue Premio Ortega y Gasset de Periodismo por una investigación sobre la pederastia en la Iglesia española. Estudió Periodismo y Política en New York University e hizo el Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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