El ‘podcast’ que desmonta a El yunque, la secta enemiga de los derechos humanos a la que se enfrentan la izquierda y parte de la Iglesia Católica
El periodista Miquel Ramos presenta desde este lunes ‘Dios, Patria, Yunque’ (Podium Podcast), que explica en cinco episodios sonoros las claves de una red internacional que tiene un importante papel en el auge de la extrema derecha en todo el mundo
Entre el tumulto de los recientes disturbios frente a Ferraz, la sede del PSOE en Madrid, comienza Dios, Patria, Yunque (Podium Podcast). Esta serie documental presentada por el periodista Miquel Ramos desvela desde este lunes las conexiones políticas, económicas e internacionales de una secta fundada en México en los años cincuenta y cuyos tentáculos llevan desplegándose en España desde la muerte de Franco. Ni las investigaciones no oficiales de la Iglesia ni el repudio de padres católicos que denunciaron la captación y el maltrato a sus hijos han detenido su avance. Algunos nombres propios de esta organización secreta ahora ostentan cargos públicos en España. Liberto Senderos, uno de los concejales de Vox elegidos en Barcelona, es fundador de esta secta en España, como contaba en su día Miguel González, periodista de El País que participa en este podcast.
Ningún miembro de El yunque reconoce que exista El yunque. Y, aunque hace 10 años se demostrara en sede judicial su existencia y su relación directa de asociaciones como Hazte Oír, ni la Iglesia católica, ni la Fiscalía, ni los medios de comunicación españoles parecen asimilar su impacto en la agenda política y social de la ciudadanía. Este podcast, explica a este periódico Ramos, intenta neutralizar una de las armas más poderosas de esta organización: el silencio en torno a ella. A pesar de llevar dos décadas analizando la ultraderecha, el periodista reconoce que hasta hace unos años no era consciente del alcance de esta secta. “Lo ubicaba más en un fundamentalismo que estaba batallando un terreno religioso que yo veía poco recorrido en España”, comenta .
Los testimonios de familias católicas afectadas por ella buscan evidenciar que es una amenaza “que genera un alerta transversal”, más allá de los derechos defendidos principalmente por la izquierda, como el feminismo, el derecho al aborto o a la diversidad sexual. La Iglesia Católica es una de sus principales víctimas. El director del podcast, Eugenio Viñas, avanza que muchas de las declaraciones que aparecen en él recuerdan que la secta “utiliza y maltrata a aquellos a los que capta incluso traicionando la doctrina que dice defender, en este caso, la católica. Esta es una historia en la que los creyentes de la religión católica son las víctimas y también los héroes que se enfrentan a esta secta”.
A lo largo de cinco capítulos —que llegarán cada lunes a todas las plataformas de audio— , el podcast desgrana un relato que se ha basado en las investigaciones de periodistas como Santiago Mata, Jesús Bastante y Álvaro Delgado, que llevan años escrutando a El yunque en España y México. También recupera el testimonio de Victoria Uroz, que es para Viñas “una de las pruebas más claras de la existencia de El yunque, al contar en primera persona las conexiones de su marido Luis Losada con la secta y las acciones de esta organización a nivel internacional”. También en primera persona suenan los recuerdos de José Luis N. Quijada, uno de los jóvenes cristianos a punto de ser captado porque cumplía con todos sus parámetros. Se dedica a denunciar sus actividades desde hace 15 años, entre otras formas, como autor del blog Conozca El yunque. El testimonio diferenciador para Viñas es el de Inma García, exmiembro de El yunque desde los 16 a los 19 años e hija del presidente del Foro de la Familia en Española, Ignacio García-Juliá.
Dios, Patria, Yunque es “una advertencia para el futuro”, apunta Ramos. “No se trata solo de una secta que saca el dinero a la gente. Es una organización que está hiperfinanicada. Por eso pueden lanzar campañas millonarias y globales. Y eso les da una capacidad de influir a nivel político, afectado a la vida de toda la sociedad”, argumenta el presentador del podcast.
Ramos defiende que Vox y El yunque son cosas distintas. Pero también que sus caminos son paralelos y que, a veces, se entrecruzan. “En España, la ultraderecha estaba muy contenida por el Partido Popular. Pero cuando se empieza a escindir, coincidiendo con el auge de El yunque, se empieza a escuchar el discurso de la derechita cobarde que cuando llega al poder no revierte las leyes sociales del PSOE, como el matrimonio homosexual o la ley del aborto”, recuerda el periodista. Todos han mirado a otro lado más de lo que deberían. El ascenso de la ultraderecha también ha beneficiado al bloque contrario al Partido Popular, “al que le interesaba que hubiera escisiones del sector conservador. Como tampoco ve mal las protestas de Ferraz, porque caricaturizan la oposición al Gobierno actual y les sirve para decir: O eso o yo”, analiza Ramos.
Los disturbios en Ferraz conectan con la primera vez en la que los obispos salieron a la calle a manifestarse contra un Gobierno, el de Zapatero, en 2004. Muchas de esas conexiones económicas y políticas reaparecen 20 años después y evidencian a lo largo de esta serie la influencia de El yunque.
Los primeros capítulos explican cómo la secta parasita campañas, organizaciones y causas a cambio de poder político y económico. “Hacen uso, entre otras cosas, de la fe o algo tan íntimo como la espiritualidad para obtenerlo”, avanza Eugenio Viñas. A través de esta secta se analiza el fenómeno global y diverso de la extrema derecha, que no es un ente homógeno. En cada país tiene diferentes propuestas. Luchar contra lo woke les suele dar muchos réditos, porque atraen incluso a personas que no son necesariamente conservadoras, advierte Ramos.
El experto en el ascenso de la ultraderecha considera que, a pesar del carácter global de este fenómeno, “Ferraz nunca podía haber acabado como El Capitolo… de momento”. La extrema derecha que se manifestó ante la sede del PSOE, “tenía la capacidad de crear disturbios durante unos pocos días. Si las fuerzas del orden lo hubieran querido, se hubiera parado antes”, opina Ramos. “Hubo mucha paciencia para no victimizar a esa gente, no dar pie a las conspiranoias que tanto les benefician y que tan bien usaron en la pandemia. Y para evidenciar esa caricatura de la extrema derecha que interesa a sus rivales políticos. Si convergen diversos asuntos de los que se aproveche la extrema derecha, como ocurre ahora con el conflicto de los agricultores, quizá si se acerque a lo visto en Estados Unidos”, concluye Ramos.
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