‘Al rojo vivo’: realidad aumentada, horror disminuido
El viernes pasado pudimos ver que el espacio de La Sexta comenzaba su emisión recreando unas ruinas de los bombardeos en Gaza con realidad aumentada en su plató. Realidad aumentada, ese oxímoron
En septiembre de 2014, Ana Rosa Quintana comenzó la decimoprimera temporada de su programa desde la franja de Gaza, seis días después del alto el fuego de una ofensiva israelí que aquel verano había dejado más de 2.000 muertos. Emitieron algunas piezas de valor informativo, algo que también podrían haber hecho sin usar como escenografía del programa cuatro sillas para su corrillo y un fondo de escombros rematados por un par de niños. El Mundo Today tituló: “Israel ataca a los palestinos enviándoles a Ana Rosa Quintana”.
Nueve años después, como Mahoma no va a la montaña de escombros, la montaña de escombros va a Mahoma. Así pues, el viernes pasado Al rojo vivo comenzó su emisión recreando unas ruinas de los bombardeos en Gaza con realidad aumentada en su plató. Realidad aumentada, ese oxímoron.
Hemos visto el volcán de la Palma en realidad aumentada, hemos visto las ruinas del terremoto de Marruecos en realidad aumentada, hemos visto la subida del nivel del mar en realidad aumentada. Y alguien ha decidido equiparar un ataque bélico a un desastre natural. Y ha creído que su dimensión queda mucho más patente si se recrea en un plató. Qué paradoja, que se asuma que unos escombros virtuales contribuyen a mostrar un horror en lugar de a minimizarlo. Inventarse la guerra para acercarla al espectador y hacerle reflexionar sobre ella puede ser objeto de la ficción; cuando lo hace el infoentretenimiento, es más entretenimiento que info.
En Ante el dolor de los demás Susan Sontag teorizó acerca de la representación gráfica de la guerra y sus consecuencias, y llegó a la conclusión de que las imágenes de los conflictos bélicos provocan reacciones contradictorias de acercamiento y de insensibilización. De lo que la escritora habría pensado viendo Al rojo vivo no tengo pruebas, pero tampoco dudas.
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