TV3 recupera a Buenafuente para buscar en internet la audiencia que se escapa de la parrilla
El nuevo programa del comunicador no se verá en emisión lineal, sino en la plataforma digital de la cadena
Andreu Buenafuente regresa a TV3 con un espacio semanal después de casi 20 años. Ha sido fichado para protagonizar una charla con ciudadanos que tengan algo que contar. Pero no se estrenará en antena. Se colgará, después del verano, de la nueva plataforma en internet que prepara el canal. Se trata del primer anuncio sobre contenidos propios de la nueva propuesta que, se sabe, tendrá videojuegos, ofrecerá a la carta los programas ya emitidos y, también, agregará catálogo de terceros. Estos podrán monetizar sus contenidos desde la propia plataforma. Y todo con una ambición principal: crear comunidad. Con esta ventana para el audiovisual en catalán, TV3 va a la búsqueda, como otras televisiones también hacen, de una audiencia que se escapa de la parrilla horaria y que ve televisión, pero no la ve en el televisor. La primera semana de julio, TV3 y Catalunya Ràdio anunciaron que “caminarán en armonía” bajo una nueva marca, 3cat, que progresivamente albergará toda la oferta del ente público catalán.
Y esta nueva oferta llegará cuando TV3 lleva 73 meses siendo en Cataluña la televisión líder en internet. El proyecto incluye aumentar la presencia en redes ajenas, ajustando contenidos a los formatos más idóneos para Instagram, TikTok, etcétera. De hecho, tampoco es una política desconocida en TV3 ni en otras emisoras. El concurso de talentos musicales Eufòria —con gran seguimiento— propuso en Twitch contenidos extra y exclusivos.
La telenovela del mediodía, Com si fos ahir, es un éxito. Se distancia de los tópicos del género con una temática urbana y aproximación moderna a un repertorio de argumentos que no habitan ni los ladrones, ni los asesinos, ni los policías. Sin embargo, donde ha habido carestía de oferta y los éxitos han llegado desigualmente ha sido en el terreno de las series convencionales. Tras muchos años basados en una política de producción, con inversiones humildes y resultados tambaleantes —ha habido estruendosas excepciones como Merlí o Polseres vermelles—, TV3 ha querido engordar el catálogo, y el presupuesto, acudiendo con más frecuencia a la coproducción con otras emisoras o plataformas. El último ejemplo es la nueva temporada de Cites Barcelona, una serie sobre parejas intentado el match erótico-sentimental. Ha sido coproducida con Amazon Prime Video como socio mayoritario. TV3 estrenó un lunes dos capítulos, pero el martes Amazon colgaba todos los episodios. Rodada mayoritariamente en castellano, con alguna escena en catalán, TV3 la emitió doblada al catalán con la opción, en el dual, de seguir la versión original. Un doblaje al catalán patoso incrementó las críticas de un sector de espectadores que no admiten escuchar castellano en TV3.
En cartera está el estreno de Els hereus de la terra, basado en la novela de Ildefonso Falcones. Un proyecto conjunto con Netflix, que ya la ofrece, y Antena 3. Esta política también se ha aplicado con las televisiones públicas valenciana y balear. Esta última ha liderado la producción de tres series. Una colaboración lógica entre tres televisiones que emiten en la misma lengua. El regreso del PP a la gobernación de las comunidades valenciana y balear estropeará seriamente el entendimiento entre las tres emisoras y esta comunión lingüística.
Líder de audiencia
TV3 suma 14 años de un cómodo liderazgo en el mapa televisivo catalán. En junio, por ejemplo, registró una cuota de audiencia del 14,2% de cuota media de pantalla, con 4,5 puntos de ventaja sobre Antena 3. La 1, con 8,2% superó a una Telecinco en declive (7,9%). Los informativos diarios son la base de estos resultados con un prestigio inmarchitable. El TN Vespre llega a crestas de 675.000 espectadores, doblando largamente la cifra de su máximo competidor, el informativo nocturno de Antena 3. Otros espacios que sustentan este resultado son la ya citada telenovela, un programa, Cuines, dedicado a divulgar recetas —cuyo éxito ha provocado que ahora haya cocineros en varios programas cocinando por la mañana, por la tarde y por la noche—, un programa de crónica negra, Crims, o un concurso que también hacen otras televisiones de la FORTA, Atrapa’m si pots.
En TV3 los programas triunfan o fracasan, pero no hay riesgo creativo, salvo en alguna probatura del segundo canal de la emisora, el 33. Eso sí, aplica formatos internacionales con esmero. El foraster, una idea danesa, bate récords en cada temporada mientras que su hermano El paisano fracasó en TVE. También ha triunfado Joc de cartes, una competición “caníbal” entre restaurantes (Liberation lo dijo de su homólogo francés) que tiene su origen en Alemania. Y para después del verano prepara un programa que pretende explicar los últimos 100 años de la historia de Cataluña a través de un centenar de objetos. Tiene inspiración irlandesa…
En abril de 2022 fue cesado el director de TV3 Vicent Sanchis. Al poco tiempo fue nombrado Sergi Gras tras convocarse, por primera vez, un concurso público. Los cinco años del mandato de Sanchis estuvieron marcados por el auge y decaimiento del procés al que TV3 dio un apoyo clamoroso. Aunque para un sector del independentismo nunca fue suficiente, el cambio de dirección, con una reducción y despolitización del tertulianismo, ha incrementado las críticas del sector más radical por esta y otras causas. Un caso. La actual presidenta de la corporación defendió este año que TV3 convocara, para hablar de un tema, al experto más sabio en la cuestión, hablara la lengua que hablara. Un criterio lógico que, sin embargo, no se lo pareció a Lluís Llach que tildó, en catalán, a Neus Romà de “payesita morenita disfrazada de cosmopolitismo acomplejado”. Una crítica a la que se sumó Carles Puigdemont, ignorando el papel que ha tenido TV3 en la normalización del catalán y considerando cualquier empleo del castellano, por mínimo que sea, que lo es, como un destrozo de los principios fundacionales.
Esta incomodidad de un sector del independentismo hizo pensar al empresario privado de la actual 8TV que podía aprovechar una hipotética emigración de la audiencia descontenta a su canal. Nació en agosto de 2021 con un mensaje desafiante hacia la televisión pública catalana (“TV3 (¿estáis preparados?”). Lo más singular de su breve historia ha sido el fichaje de los pregoneros más sobresalientes de un determinado independentismo, empezando por el cesado director de TV3, y la exposición de sus tesis en una interminable sucesión de entrevistas y tertulias. Pero la maniobra no ha dado resultado. Con una audiencia insignificante, se halla en preconcurso de acreedores. No es fácil ser TV3.
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