‘Por mandato del cielo’, religión y fanatismo

Si a usted le interesa conocer en profundidad a los creyentes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dicho con menos palabras, los mormones, no deje de ver los siete capítulos de Por mandato del cielo. Claro que si le interesan las tramas policíacas, no duden en contemplar las pesquisas del detective Jeb Pyre para resolver los asesinatos de Brenda Wright Lafferty y su pequeña hija Erica, todos ellos mormones.

La muy notable serie creada por Dustin Lance Black (que puede verse en Disney+) y sobriamente protagonizada por Andrew Garfield, nos sumerge en ese extraño mundo de los mormones en el que existe un sector mucho más fanático que el mayoritario. Es algo así como las alianzas de Feijóo con los militantes de Vox: se necesitan para gobernar en las Autonomías por más que los de Abascal reclaman desde hace años la disolución de las mismas. Una cosa es el programa y otra el coche oficial. Como también lo es el pactar con la extrema derecha para aparentar ser una derecha moderada: son interdependientes, mal que le pese al líder popular, si es que le pesa.

Curiosamente, los mormones más radicales coinciden con los seguidores de Abascal en criticar duramente la política fiscal de sus respectivos Estados. Los de Utah abanderaron una lucha contra los impuestos; los de aquí consideran que el dinero “donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos y que el Estado no debe creer que somos sus siervos”. Las investigaciones del detective Pyre, entre salmo y salmo, desvelan las consecuencias de quienes creen poseer la Verdad Absoluta, esa lacra social que resulta tan adictiva y, al parecer, en ocasiones muy provechosa para “el bolsillo de algunos de sus ciudadanos”.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.