‘Hasta el cielo: La serie’, un retrato del hampa del siglo XXI
Daniel Calparsoro y Jorge Guerricaechevarría continúan en Netflix la historia de robos y bandas criminales que comenzaron en el cine
La película Hasta el cielo (2020) seguía el ascenso y caída de un joven delincuente envuelto en un triángulo amoroso entre su esposa, hija de un capo criminal, y otra mujer de la que se enamora. Hasta el cielo: La serie (estrenada el viernes 17 de marzo en Netflix) comienza destripando la película a quien no la viera: la cosa no acabó bien para dos de los componentes de ese trío. La superviviente es la protagonista de la serie que continúa aquella historia, recupera sus personajes, amplía su universo y prosigue con su particular retrato del mundo criminal madrileño en el siglo XXI.
Aunque película y serie están íntimamente vinculadas, sus responsables han trabajado en la segunda con la intención de que puedan engancharse también quienes no vieran la primera. “Teníamos un universo muy amplio, con muchos personajes y muchas historias, y en la película nos habíamos tenido que ceñir a un triángulo entre tres personajes, una historia de amor muy potente en ese entorno, pero no había espacio para disfrutar y desarrollar todos los personajes que había”, explica Jorge Guerricaechevarría, guionista y cocreador de Hasta el cielo. Sentado a su lado en un hotel de Madrid el pasado 6 de marzo, el director Daniel Calparsoro continúa: “En la película tuvimos que dejar fuera un personaje, el infiltrado, que queríamos meter pero no había sitio. Queríamos plasmar quién es esta gente, que no son unos descerebrados que pegan cuatro palos y ya está, hay una tradición, vienen de los butroneros, que vienen de los antiguos mercheros. Es gente que vive para robar y vive de robar, organizaciones estructuradas, con abogados, que estudian la ley... En la película no está tan presente porque tiene ese aspecto tan juvenil, pero la serie daba la posibilidad de enseñar eso”.
Para sus creadores, Hasta el cielo muestra la evolución del hampa que el cine español ya plasmó en El Lute: camina o revienta (1987) o el cine quinqui de los años setenta y ochenta. “Esto es lo que ha ocurrido con esa gente, que han pasado de las chabolas a las barriadas que se construyeron a finales del Franquismo, con unos códigos propios que se han mantenido y a la vez han cambiado. Funcionan de otra manera, tienen otra forma de moverse, no están condicionados por las drogas, no son heroinómanos… Y se mezcla con el mundo de las redes sociales, donde ves las zapatillas o el reloj que lleva Ronaldo y si están en un escaparate, me empotro contra él y me los llevo y 20 más”, relata Guerricaechevarría.
Frente al protagonista masculino de la película (Miguel Herrán), el poblado reparto de la serie está encabezado por una mujer, Sole, interpretada por Asia Ortega. Su ambición es lograr la emancipación, dominar su propia banda criminal fuera del cobijo de su padre (Luis Tosar) y probar que puede valerse por sí misma. Pero ni la policía, ni su propia abogada de confianza, ni su padre, ni un infiltrado de la policía (con el que, para más inri, comienza una relación) se lo pondrán fácil. “Es la historia de una maduración, una persona que rompe el cascarón y crece. En su proceso de maduración, en vez de caer en la venganza o la rabia, llega a un punto de comprensión. Tiene mucha inteligencia emocional”, dice Calparsoro sobre su protagonista.
La enorme labor de documentación que llevaron a cabo director y guionista para preparar la película, con contactos tanto dentro del mundo criminal como en el policial en Madrid e Ibiza, les sirvió para dar un fondo muy real a su historia. Algunos personajes, como la protagonista de la serie o el infiltrado que interpreta Álvaro Rico, están inspirados en personas reales. “Hay mujeres que se podrían equiparar a nuestra protagonista, no exactamente en el mundo de los aluniceros, pero sí en el hampa, con mucho poder”, dice Guerricaechevarría. Todos los robos que aparecen en Hasta el cielo están basados en golpes reales. Incluso algunos que salieron mal en la realidad, aquí llegan a buen puerto.
Para la serie, los creadores se propusieron actualizar su información y documentarse con las novedades que se han producido en atracos. “Ahora son robos más sofisticados, con aspectos que tienen que ver con alarmas, controlar al vigilante para conseguir la clave…”, describe el guionista. Su investigación también sirvió para dotar de realismo a los personajes y las historias. “Hablar con gente que está en situaciones parecidas da mucha tranquilidad a la hora de escribir el guion porque te estás basando en algo, no estás yendo a un estereotipo o copiando películas americanas que ya has visto”, continúa.
Más allá del rodaje de las escenas de acción, ambos creadores reconocen que la dificultad de la serie radicaba en el guion y las múltiples tramas que mantiene. “Queríamos que se pareciera a la película en que hubiera un equilibrio entre la parte de acción y la de personajes, que no se comiera sobre todo la primera a la segunda”, dice el escritor. Así, la historia no solo muestra espectaculares golpes de todo tipo, también tiene espacio para diálogos entre padre e hija o para ahondar en los personajes secundarios.
Cine y televisión
Tanto Jorge Guerricaechevarría como Daniel Calparsoro son nombres habituales del cine español que últimamente tienen bastante presencia en la televisión. En los últimos tres años, además de Hasta el cielo: La serie, Guerricaechevarría ha escrito y producido 30 Monedas y firma el guion de Desaparecidos. Calparsoro ha dirigido Operación Marea Negra y antes participó en Todo por el juego y Apaches, entre otras. “Ahora pasa mucho que planteas una historia y te dicen: ‘¿y esto no podría ser una serie?”, reconoce Guerricaechevarría.
“A veces te preguntas si merece la pena el esfuerzo de hacer algo para el cine cuando la plataforma de exhibición más utilizada es un televisor, un iPad o incluso un teléfono”, reflexiona Calparsoro sobre el presente y el futuro del cine en salas. “Ahora funcionan sobre todo las películas evento, y nosotros en el cine español no tenemos capacidad para hacer muchas películas evento”, continúa Guerricaechevarría. “La gama media del cine se está yendo a las plataformas. Pero han surgido unas películas muy pequeñas, muchas de ellas dirigidas por mujeres, gracias al apoyo que se está dando a las directoras, de donde están saliendo películas maravillosas que no habrían salido hace cinco o 10 años porque muy pocos habrían apostado por ellas. Y eso también es bueno y es cine. Creo que el cine seguirá funcionando, seguirá reformateándose. Hemos pasado ya por tantas crisis de estas…”, completa el guionista.
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