Agoney: “No descubrí que la homosexualidad se veía como el demonio y su destino era el infierno hasta que fui monaguillo”

“Vas a arder en el infierno”. Es el comentario que el cantante Agoney (Tenerife, 27 años) recuerda haber escuchado varias veces en su vida por ser miembro de la comunidad LGTBI+. Lo rememoraba en la madrugada de este miércoles ante los medios, tras actuar en la noche del martes en la primera semifinal del Benidorm Fest 2023 y convertirse en uno de los candidatos a ganar el certamen. Quiero arder, la canción con la que intenta representar a España en el festival de Eurovisión de este año, se reapropia del dolor nacido de ese odio. Solo 12 horas después de haber triunfado en el concurso de RTVE, el canario narra de nuevo en la ciudad alicantina, ante un reducido grupo de medios, la primera vez que le escupieron esa frase a la cara: “Yo fui monaguillo con 13 años, antes de empezar a cantar”. Así es como descubrió un concepto de infierno que no había conocido antes. “Allí me hablaban de la homosexualidad como el demonio. Yo ya tenía las cosas muy claras porque no había vivido eso con mi familia. No consideraba que lo que me atraía sexualmente fuera malo”, dice.

A la hora de crear un concepto visual para el tema que ha presentado en la preselección eurovisiva, decidió junto a su equipo incorporar esas experiencias personales a la escenografía y coreografía. Una conocida referencia religiosa y artística, la escultura La piedad de Miguel Ángel, apareció en su comentada puesta en escena del martes, como una forma “de conectar con el dolor experimentado en ocasiones” ante ese comentario condenatorio. En Quiero arder juega a dominar ese infierno, a encontrar la luz dentro de su oscuridad para reapropiarse del término. “La comunidad LGTBI+ seguimos teniendo pocos lugares seguros y quería hacer de este nuevo concepto de infierno uno de ellos; que esta canción sea un refugio”, explica.

El canario confirmó en esa primera semifinal del Benidorm Fest 2023 su condición de favorito a la victoria en la final del sábado, tras su actuación en el Palau d’Esports l’Illa de la localidad alicantina. Fue el único aspirante en colocarse entre las dos opciones predilectas de las tres vertientes de voto que conforman el complejo sistema de clasificación del concurso. Tanto el jurado de expertos, como el televoto y la muestra demoscópica lo apoyaron con altas puntuaciones. Terminó encabezando la lista de cuatro clasificados con 161 puntos, a la espera de elegir a los otros cuatro finalistas en la gala del jueves.

Rechazo al odio

Agoney lamenta que los mensajes homófobos que recibe a menudo en redes sociales lleguen en buena medida desde la misma comunidad LGTBI+ a la que pertenece. “Hablamos de un colectivo como si todas las personas que pertenecen a él tuvieran la misma educación. Me asusta mucho que muchas personas homosexuales sigan siendo homófobas”, comenta tras haber pasado la noche en vela después del éxito de su primera actuación en Benidorm.

Cuando los medios le preguntaron en la madrugada sobre si está preparado para esos discursos de odio a nivel europeo, su respuesta fue tajante: “Yo no me tengo que preparar para nada. Habría que educar a las personas que comparten comentarios hirientes”, dijo, mencionando a Malbert, un influencer que colabora con TikTok en esta cobertura del Benidorm Fest 2023 y que está al frente de un podcast en Podimo llamado, precisamente, Querido hater. “Es a ellos a los que hay que reeducar, a los que hay que dar una lección, decirles que a la gente que se sube al escenario hay que respetarla”, apuntó el cantante. Pasadas las horas, duda sobre si tenía que haber dado alas a quien considera que no merece atención. “Aproveché que esa persona, que lleva cinco años atacándome, estaba en esa sala de prensa y que por fin la tenía delante, para contestar por primera vez. Y creo que todo el mundo en la sala estuvo de acuerdo conmigo”, responde.

Limitar los discursos de odio es una de las obsesiones de la comitiva de RTVE que saca adelante el Benidorm Fest, conscientes de que el concurso es un gran escaparate promocional para el ente público, para la ciudad que lo acoge y para la Comunidad Valenciana, que apoyan económicamente a la organización del evento. Agoney entiende que las polémicas que rodean a menudo a este evento tienen que ver con su componente competitivo. “Es algo que ya viví como concursante de Operación Triunfo. Lo que debe prevalecer siempre es el arte, la música y los artistas que se suben a un escenario”, defiende.

Su experiencia televisiva, también como concursante de Tu cara me suena y de Dúos increíbles, en donde formó pareja escénica durante varias semanas con una veterana como Ana Belén, le ha dado tablas para construir una apuesta que enganche al público del Benidorm Fest. “Tu cara me suena me dio la oportunidad de liberarme, de ponerme una peluca sin que pase nada y de disfrutar en un escenario pase lo que pase. No estoy operando a corazón abierto. Pero haber estado con Ana Belén en Dúos increíbles me dio la fortaleza interna que necesitaba para decir: soy artista, puedo subirme a este escenario y defender mi música de verdad”, comenta.

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