_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘La confesión’, entre el derecho y la verdad

La serie británica cuenta la desaparición de una madre de dos hijos en un pequeño pueblo de Yorkshire con una sobria y eficaz recreación documental

Una imagen de la serie documental 'La confesión'.
Ángel S. Harguindey

La confesión (Prime Video) es una correcta serie británica de dos episodios sobre el caso de la desaparición de Patricia Hall, una madre de dos hijos, en el pequeño pueblo de Pudsey, en Yorkshire. El estilo empleado es el de una sobria y eficaz recreación documental. Pero la gran cuestión que plantea es la de qué debe predominar en el juicio a su esposo, Keith Hall, el presunto asesino: si una confesión conseguida de forma irregular o los derechos del acusado.

Una hipotética miniserie similar en España tendría otro enfoque ya que, como propagaba el autoritario Fraga Iribarne, “es diferente”. En este caso, el dilema no sería entre los trucos policiales que, pese a todo, permitieron desvelar lo ocurrido y el derecho, sino entre el deber de acatar una Constitución votada libremente y una cúpula judicial que no respeta el ordenamiento jurídico, es decir, las garantías de los derechos de los ciudadanos.

Con un partido político que aspira al poder y que durante más de cuatro años ha incumplido el constitucional deber de renovar el Consejo General del Poder Judicial para gozo de sus magistrados y alivio de los cientos de imputados por corrupción entre sus filas, y un Tribunal Constitucional que decide impedir que se vote en el Senado la renovación del mismo, que ya había aprobado el Congreso, y consiguiéndolo con el voto de dos de sus componentes cuyo mandato había finalizado meses atrás, está claro que Sam Hobkinson, el director de La confesión, habría hecho una miniserie “diferente”, más próxima al esperpento, gracias a esa deformación de lo establecido por parte de los excelentísimos magistrados conservadores y sus dilectos patrocinadores, aquellos que entienden que la legalidad es solo lo que les favorece.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_