‘Desde dentro’, una perversa e inteligente historia

Si algo queda claro tras ver Desde dentro es que Steven Moffat es un guionista excelente y perverso. Pocas veces se muestran en una serie tal cúmulo de circunstancias encadenadas en dos ámbitos tan alejados como los de un pastor anglicano británico y su familia, de una parte, y un condenado a muerte en Estados Unidos, de otra, en una trama noir en la que la habilidad de su creador consigue que las dos historias confluyan sin que resulte inverosímil y enganche intensamente al espectador, debido en gran parte por el acierto de crear unos personajes secundarios capaces de originar situaciones cómicas en una trama en la que el asesinato es el rey de la casa.

Otro estupendo acierto es que la serie, disponible en Netflix, sea de cuatro episodios, es decir, que se deja de florituras y va directamente al grano, demostración de que resulta innecesario alargar una historia para satisfacer las condiciones de las cadenas o la megalomanía de sus creadores. También es verdad que para conseguir ese ir directamente al grano del brillante Moffat (Doctor Who, Sherlock) es conveniente contar con actores tan excelentes como el muy sobrio Stanley Tucci (La Fortuna, de Amenábar) y David Tennant (Broadchurch).

La sinopsis oficial informa: “Una periodista de investigación y un prisionero condenado a muerte luchan por evitar que un vicario y su esposa cometan un asesinato”, claro que hay resúmenes que de tanta síntesis se dejan casi todo fuera del tintero. Desde dentro es mucho más: es una disección del asesino que todos llevamos dentro, o si se prefiere por aquello de los buenos modales, del instinto de conservación. En cualquier caso, la BBC One se puede apuntar un tanto con esta miniserie.

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