_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘El pacto’ o el poderío del guion

Sospechosas habituales, chantajes, pequeños idilios, inspectores tenaces... la serie es todo un alarde de ingenio en una industria del entretenimiento curtida en mil batallas como es la británica

Una imagen del primer capítulo de 'El pacto'.
Ángel S. Harguindey

El pacto (en HBO Max) es un ejemplo del guion considerado como una de las bellas artes. Seis episodios que la adocenada costumbre califica de miniserie, por más que cerca de seis horas parecen más que suficientes para contar una historia audiovisual. Un reparto poco conocido, unas localizaciones anodinas y, sin embargo, el resultado es más que interesante. Es la grandeza de un buen guion.

Cuatro amigas que trabajan en un pueblo del sur de Gales en una pequeña y arraigada cervecera, están hartas de la prepotencia chulesca del joven empresario, hijo del anterior empresario (ya se sabe del regusto británico por el respeto a las líneas dinásticas). Borracho perdido en la fiesta del centenario de la fábrica, deciden gastarle una broma pesada: le llevan a un bosque cercano y le dejan tirado. Poco después, arrepentidas, vuelven. El joven empresario está muerto. Con el pacto de silencio que deciden las cuatro comienza realmente la historia.

Sospechosas habituales, chantajes, pequeños idilios, inspectores tenaces... todo un alarde de ingenio en una industria del entretenimiento curtida en mil batallas como es la británica y en la que, naturalmente, no podían faltar los MacGuffin del maestro Hitchcock, ese jugar inteligentemente con el espectador para que siga pegado al sofá o a la sala de butacas. Estrenada por BBC One, El pacto demuestra que la lealtad al producto no depende de los efectos especiales sino del oficio de su creador, en este caso Pete McTighe que, curiosidad wikipédica, se informa que fue invitado al equipo de guionistas de Neighbours (Vecinos), en el que escribió el episodio 6.000 que conmemoraba el 25º aniversario de la serie, de los 8.527 que constaban en sus 35 temporadas. No somos nadie.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_