‘Calls’, tensión a través de la línea telefónica
El audio de unas llamadas de teléfono y unos dibujos abstractos crean una hipnótica experiencia inmersiva que diferencia de las series al uso a esta inquietante propuesta de Apple TV+

Todo empieza con una llamada de teléfono. Sus interlocutores no tienen ni idea de que todo está a punto de cambiar para siempre, que las leyes de la física y la lógica van a dejar de tener sentido en unos minutos. Y mientras, el espectador solo puede escuchar esas voces a las que les suceden cosas desasosegantes para las que no encuentran explicación. No verá sus rostros, pero no hace falta para vivir sus historias con máxima intensidad.
Apple TV+ estrenó la semana pasada la serie Calls, adaptación de una ficción francesa de mismo título. Los nueve capítulos (ya están todos disponibles) de la versión estadounidense respetan la arriesgada, rompedora y muy inteligente apuesta formal de la producción original: cada capítulo, con historias independientes aunque ambientadas en un mismo universo que se va aclarando según avanzan los episodios, solo recoge el audio de las llamadas de teléfono de unos personajes que viven situaciones extrañas que van desde viajes temporales a encuentros con dobles de personas que conocen. En pantalla, los nombres de los interlocutores y la transcripción de esas charlas están acompañados por unos dibujos abstractos con formas, líneas y colores que, lejos de ser aleatorios, ayudan a conectar los puntos, comprender la situación, dar ritmo y ambientar los episodios. En definitiva, a crear la atmósfera apropiada.
Calls podría parecer un podcast de ficción al uso. Y está cerca. Pero sin la parte visual, la experiencia no sería la misma. De hecho, es la combinación entre el audio y la imagen, minimalista y muy cuidada, la que crea una conjunción hipnótica, una experiencia inmersiva que requiere de la atención casi total del espectador. Si durante el visionado se está distraído mirando el móvil, la implicación emocional no será la misma, por mucho que se escuchen los diálogos.

El cineasta uruguayo Fede Álvarez (No respires) da rienda suelta a su habilidad para generar tensión a partir del concepto que creó Timothée Hocheet en la serie original que Canal+ Francia estrenó en 2017. Álvarez combina el suspense, el terror y la ciencia ficción, e incluso algún toque humorístico, en una producción cuya clave está en la capacidad de crear atmósferas de tensión valiéndose de unos elementos tan básicos como un audio que no siempre se escucha de forma óptima (es parte del juego) y unas imágenes que mantienen la mirada del espectador pendiente de la pantalla a pesar de no proyectar más que letras y líneas.
Entre los actores se encuentran Mark Duplass, Rosario Dawson, Lily Collins, Pedro Pascal, Aubrey Plaza, Nick Jonas, Riley Keough y Ben Schwartz. Es fundamental su función imprimiendo emoción a los buenos guiones de los que parten. Y también es básico no ver sus rostros. Privarnos de la imagen suma un plus de tensión que es difícil conseguir cuando el espectador ve lo que ocurre. Aquí estamos en igualdad de condiciones respecto al interlocutor al otro lado de la línea telefónica cuando uno de los personajes describe cómo entra en la casa de su vecino o cuando cuentan cómo su propio rostro se va deformando incomprensiblemente. Eso sí, si esas voces no estuvieran acompañadas por todo lo que las rodea, desde las interferencias de las llamadas hasta el envoltorio visual, esta experiencia/serie no sería lo mismo. También se agradece que al final todo tenga una explicación, quedando una serie cerrada y muy recomendable para pasar unos ratitos de tensión y pegados a la pantalla.
(La serie está disponible en versión original y con los audios doblados al castellano, pero la transcripción en pantalla se mantiene en inglés en la versión doblada).
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