‘The Split’, abogadas y divorcios
La trama de esta serie legal entrelaza la vida profesional y personal de los personajes para desentrañar sus relaciones y sus sentimientos
La vida siempre es un caos. Por eso las series (y la televisión en general) necesitan guionistas que ordenen el caos. La vida de las Defoe, las protagonistas de la británica The Split (en Filmin), es un caos. Por suerte, detrás está la guionista Abi Morgan para poner orden. Las dos temporadas de este drama legal combinan perfectamente la parte dramática y la legal para narrar las vidas de tres hermanas y su madre. La progenitora, que crio sola a sus hijas cuando su marido la dejó por otra mujer más joven, puso en pie un bufete especializado en derecho de familia (divorcios complicados, acuerdos prenupciales…). Dos de sus hijas han seguido sus pasos en la abogacía, una trabaja todavía con su madre y la otra acaba de marcharse a un bufete rival. Esta segunda, Hannah, la protagonista real de la historia, interpretada por una siempre creíble Nicola Walker, está casada, es madre de tres hijos y ahora trabaja junto a un exnovio. Y por si fuera poco caos, el padre ausente reaparece en sus vidas mientras la tercera hermana, a punto de casarse, tiene dudas sobre la boda. Todo eso, solo en el arranque, porque en la segunda temporada la situación y las relaciones entre algunos de los personajes ya son otras.
The Split no es una serie de abogados al uso. Aquí no hay juicios ni jueces, no hay “orden en la sala” ni “protesto, señoría” ni frases ingeniosas en los alegatos finales. No tiene el ritmo de The Good Wife y The Good Fight. Pero tampoco lo necesita para ser una muy buena serie. La trama entrelaza la vida profesional y personal de los personajes para desentrañar sus relaciones y mostrar sus sentimientos. Es fácil identificarse con las tres hermanas Defoe, con sus temores, sus anhelos y sus meteduras de pata. Los casos que abordan sirven de espejo de la vida personal de Hannah e incluso la afectan personalmente.
Si en la primera temporada el espectador va descubriendo poco a poco la edificación sobre la que se sostiene la vida de Hannah (y el resto de la familia Defoe, de paso), en la segunda asistimos a su derrumbe, el colapso emocional que sufre y que da un vuelco a su anterior vida perfecta. Puedes compartir o no las decisiones que toman los personajes, pero siempre queda claro que tienen sus motivos para actuar como lo hacen. Los personajes son adultos que se comportan como tal y saben que tienen que asumir las consecuencias de sus actos, aunque a veces no les guste.
Más allá de las interpretaciones, las virtudes de The Split descansan sobre todo en la cabeza de la guionista Abi Morgan. La creadora de series tan recomendables como The Hour y River y escritora de películas como Shame, La dama de hierro y Sufragistas, construye un universo basado en los personajes, con sus emociones y relaciones en primer plano, que no se tambalea en ningún momento y logra, entre giros y pequeñas grandes revelaciones, que la historia avance con buen paso pero sin prisa en los seis capítulos que componen cada una de las dos temporadas (la BBC ya la ha renovado para una tercera y última entrega).
Si lo que se busca es un drama adulto, con personajes adultos y problemas de adultos y con guiones bien trazados, The Split es una gran opción.
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