Un fallo técnico de Movistar + impide ver la final de la Copa de Europa en su aplicación

El fallo técnico menos oportuno en la historia de Movistar + duró cerca de una hora. Se produjo el domingo, entre las 20.45 y 21.45, cuando en Lisboa se disputaba la final de la Champions. La ganó el Bayern con un único gol ante el PSG, pero pocos clientes de la plataforma llegaron a ver el desarrollo del encuentro. La aplicación de Movistar +, así como su web, las cuales llevaban ya un tiempo dando problemas de acceso, terminaron por caerse. Quienes querían ver a Fernando Alonso participar en la final del Indianápolis 500, que durante un tiempo se estuvo emitiendo a la vez, tuvieron el mismo resultado.

Movistar, la principal plataforma en España con cuatro millones de suscriptores, no ha dado aún con la causa exacta del error, que para algunos usuarios significó que no podían cargar el contenido. Otros no pudieron entrar en la plataforma. Sí resulta evidente que se limitaba solo a la aplicación: la emisión por televisión no tuvo complicaciones. En el momento de la emisión, el fallo provocó una tormenta de quejas en las redes sociales a las que la operadora salió del paso como pudo. “Hemos tenido un pequeño fallo puntual”, se leyó en su cuenta de Twitter, donde #MovistarNoFunciona fue trending topic durante la segunda mitad del encuentro.

Los deportes suponen una asignatura pendiente de la televisión por Internet, un medio donde los picos de audiencias pueden provocar caídas del servidor. A diferencia de la ficción o el entretenimiento, el deporte se consume en riguroso directo: millones de personas se conectan a la vez al mismo servidor. Ya ocurrió hace un año, cuando el comienzo de La Liga no se pudo ver en la aplicación de MiTele, la plataforma de Mediaset, que entonces estaba de estreno.

La adquisición de derechos deportivos por parte de las plataformas digitales, sin embargo, es una tendencia al alza. Especialmente para Amazon Prime Video, que compró en diciembre 16 partidos de la temporada de la Champions 2021/2022. Ese mismo mes, probaron a emitir diez encuentros de la Premiere League en Reino Unido. Todo esto supone una inversión de cientos de millones de euros, más otros tantos en promocionar los encuentros. Más el riesgo de que los servidores, ese invento mucho más versátil que una cadena parabólica, pero también menos resistente, caigan en cualquier momento. Pero hasta ahora ha resultado siempre beneficioso. En Reino Unido, el experimento de la Premiere multiplicó su volumen de ventas hasta cifras nunca vista desde el lanzamiento de la plataforma, en 2007.