_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ganan los buenos

A Steve Bannon se lo llevaron esposado los agentes del servicio postal

Steve Bannon, a la salida del Juzgado Federal de Manahattan el 20 de agosto tras la vista por los cargos contra él por blanqueo de dinero y estafa.
Steve Bannon, a la salida del Juzgado Federal de Manahattan el 20 de agosto tras la vista por los cargos contra él por blanqueo de dinero y estafa.ANDREW KELLY (Reuters)
Andrea Aguilar

Si hubiera ocurrido en un capítulo de, por ejemplo, Succession —la excelente serie vagamente inspirada en las luchas intestinas de la familia Murdoch, con un toque a Dinastía pero en el siglo XXI, y cuyo productor ejecutivo es el agudo ex analista político y ex crítico de teatro, Frank Rich— habría parecido exagerado.

El episodio al que me refiero está protagonizado por la mente detrás del ascenso de la derecha alternativa, el estratega que se las daba de superdotado y que, tras su agitado paso por la Casa Blanca, se propuso difundir su fórmula tóxica por el mundo. El jueves detuvieron a Steve Bannon. Iba a bordo de un lujoso yate —como el de Succession pero más lujoso aún— tasado en 28 millones de dólares, tres millones menos de la cifra a la que asciende la estafa por la que Bannon fue apresado, un timo que olía a timo —porque, como ocurre con la estampita, es lo que realmente funciona—, que consistía en recaudar donaciones para hacer el muro con México. El barco, por cierto, es propiedad de un magnate chino que tiene a Bannon a sueldo, y más de un conflicto sin resolver con las autoridades de la República Popular. Todo apunta a que más que disidente, el millonario Gou Wengui, también conocido como Miles Kwok, tiene un largo historial de chorizo y relaciones peligrosas con los servicios secretos chinos.

A Bannon se lo llevaron esposado ¡los agentes del servicio postal! El fraude fue por el envío de dinero por correo y el servicio postal —que está en el punto de mira del presidente Trump y su equipo, dispuestos a laminarlo para dificultar las elecciones de noviembre—, ha tenido un momento de revancha y relumbrón. Pero si de lo que se trata es de ver cómo ganan los buenos, busquen los discursos de la convención demócrata; el reparto es conocido y no decepciona.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Andrea Aguilar
Es periodista cultural. Licenciada en Historia y Políticas por la Universidad de Kent, fue becada por el Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia en Nueva York. Su trabajo, con un foco especial en el mundo literario, también ha aparecido en revistas como The Paris Review o The Reading Room Journal.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_