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Columna
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Y eso, ¿quién lo paga?

Cualquiera que sepa sumar y restar sabe que, si le cortas de golpe a una empresa sus ingresos para adscribirla a los vaivenes de los presupuestos generales del Estado, no le va a ir bien

La administradora provisional única para la Corporación RTVE, Rosa María Mateo, durante su comparecencia periódica ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus sociedades, este viernes en el Senado.
La administradora provisional única para la Corporación RTVE, Rosa María Mateo, durante su comparecencia periódica ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus sociedades, este viernes en el Senado.J.J. Guillén (EFE)
Sergio del Molino

Que retirar la publicidad de RTVE fue un error lo empiezas a entender más tarde, entonó Rosa María Mateo, elegíaca, en su último careo parlamentario en el Senado. No lo dijo así, parafraseando a Gil de Biedma, pero sonó igual de melodramático. A ambos cabe replicarles lo mismo: ¿ahora os dais cuenta? Casi todos descubrimos que la vida va en serio antes de que nos salga acné, y cualquiera que sepa sumar y restar sabe que, si le cortas de golpe a una empresa sus ingresos para adscribirla a los vaivenes de los presupuestos generales del Estado, no le va a ir bien. Esto pasa por olvidar la pregunta más importante de la política cultural, la que se hizo Josep Pla cuando visitó Nueva York y vio todas las luces de Manhattan encendidas: “I això, qui ho paga?”.

El Estado es incapaz de financiar el Museo del Prado, del que Azaña dijo que era “lo más importante de España, más que la monarquía y la república juntas”. Ahí lo tenemos, peleándose por vender entradas para que al final del día el arqueo de caja cuadre y los vigilantes de sala puedan cobrar a final de mes. Daría risa si no fuera trágico constatar que los gobiernos prefirieron exonerar del mercadeo feriante a una tele antes que a la institución que explica, contiene y proyecta el legado cultural español.

En el caso de RTVE hay que anteponer una pregunta a la de Pla. Antes de decidir quién lo paga, hay que dilucidar qué hay que pagar. ¿Una tele comercial que compita por el share? ¿Una cultural y exquisita que suene a Bach? ¿Unos informativos independientes? No se puede jugar a la propaganda y a la noticia, ni a Mozart y a OT. Hay que elegir qué se quiere pagar, y luego, responder al pobre Pla.

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Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

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