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Tesla obtiene el permiso de California para operar robotaxis para sus empleados

Es el primer paso de varios para que la compañía brinde servicios de transporte al público en el mayor mercado de EE UU

Cybercab
Luis Pablo Beauregard

Tesla obtuvo este martes una pequeña victoria en medio de toda la polémica por el papel que Elon Musk tiene dentro de la Administración de Donald Trump. Los reguladores de California han otorgado a la empresa de autos el primer permiso para operar robotaxis en el mercado más grande de Estados Unidos. Este es solo el primer paso de varios necesarios para que la compañía pueda brindar servicio en las calles a cualquiera, algo que hace desde varios meses y en distintas ciudades Alphabet (Google) a través de la marca Waymo.

El regulador, la Comisión de Utilidades Públicas de California (CPUC, por sus siglas anglosajonas), anunció el martes que ha aprobado el permiso solicitado por Tesla para dar servicios de transporte. La autorización solo permite, en su primera fase, que la compañía cubra los traslados de sus empleados en coches no pilotados y con rutas preestablecidas. La luz verde del regulador también avala la creación de una pequeña flotilla.

Musk presentó el otoño pasado un prototipo del Cybercab, un coche futurista de dos puertas que no tiene volantes ni pedales. El empresario informó en octubre que Tesla comenzará a producir masivamente este tipo de vehículo autónomo el próximo año y que su coste será de algo menos a los 30.000 dólares. El jefe de Tesla lo calificó como un “transporte colectivo individualizado” por el bajo costo que será necesario cubrir en los trayectos (de 20 centavos por milla). Musk se había mostrado optimista con las autorizaciones regulatorias, un requisito para hacer realidad sus sueños. Estas ya han comenzado a llegar.

La presentación del Cybercab no gustó a los mercados y provocó en octubre una caída de los títulos del 8,7%. Musk, no obstante, aseguró que el servicio se traducirá en ganancias de miles de millones de dólares para su empresa, que ha sufrido un desplome de 40% en las Bolsas desde enero por el rol que juega en los recortes del Gobierno de Trump. El empresario ha visto evaporarse de su fortuna personal unos 120.000 millones de dólares en los últimos tres meses.

Musk ha dicho que los primeros robotaxis de Tesla podrán ser vistos en las calles de Texas tan pronto como junio. Las regulaciones en el gran bastión republicano son mucho menos exigentes que las de California. A principios de este mes, Uber comenzó a ofrecer viajes en vehículos autónomos en Austin, la capital tejana. Estos trayectos son operados en vehículos de Waymo, la compañía pionera de robotaxis que ya ofrece el servicio en San Francisco, Los Ángeles y Phoenix, en Arizona, donde hace cinco años iniciaron las pruebas piloto para este tipo de vehículos.

Waymo cree que su alianza con Uber le permitirá entrar a más mercados en Estados Unidos. La empresa promedia unos 200.000 viajes a la semana, un enorme salto desde los 10.000 que hacía semanalmente hace solo dos años. Lyft, el principal rival de Uber, también planea arrancar la operación con vehículos autónomos para finales de 2025, eligiendo como principal mercado la ciudad de Atlanta. En 2026 desea desembarcar también en Dallas, Texas.

Violencia contra Tesla

La luz verde del regulador californiano llega en un momento en el que la marca Tesla se ha convertido en un blanco de la furia contra Donald Trump. Los ataques a los distribuidores, estaciones de carga y talleres de los coches eléctricos se han multiplicado en Estados Unidos en las últimas semanas. Estos han sido agredidos con balas y bombas molotov, aunque no han dejado personas heridas.

La Fiscalía de Colorado presentó cargos en febrero por vandalismo contra una mujer que escribió “coches nazis” a varios vehículos aparcados en una concesionaria de Tesla en Denver. La mujer también lanzó a las máquinas cócteles con gasolina y fuego. Enfrenta una pena de prisión de hasta cinco años.

Pamela Bondi, la fiscal general de Estados Unidos, condenó la violencia contra Tesla. “Esta serie de ataques violentos contra propiedades de la compañía no puede ser considerado sino terrorismo interno”, aseguró el martes a través de un comunicado. Bondi ha advertido que su oficina seguirá presentando “severos cargos” contra aquellos involucrados en estas agresiones. “Incluidos para aquellos operando tras bambalinas para orquestar y financiar estos crímenes”, agregó.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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