Samsung pone a hablar a la IA en su nuevo Galaxy S25
La firma surcoreana presenta su nueva serie Galaxy S25 con la aspiración de que las capacidades conversacionales de la IA actúen como polo de atracción
Con el nuevo Galaxy S25, Samsung explora nuevas posibilidades de la inteligencia artificial en los dispositivos móviles. Desde San José, California, la compañía surcoreana ha presentado su nueva serie de alta gama, que constituye su producto móvil más prestigioso. En este caso, las novedades más llamativas se centran en el software, con la promesa de una comunicación en lenguaje natural con el smartphone, así como la facilidad para que diferentes apps hablen entre sí para encadenar acciones.
Como es ya habitual, el nuevo Galaxy S25 llega en tres versiones: el modelo básico, el S25+ y S25 Ultra, con pantallas de 6,2, 6,7 y 6,9 pulgadas respectivamente. Los paneles son AMOLED 2x, con una tasa de refresco de 120 Hz. En cuanto al diseño, el cambio estético más notable respecto a la generación precedente se aprecia en las esquinas redondeadas, así como una mayor protuberancia de los sensores de cámara flotantes. El modelo Galaxy S25 se venderá a partir de 909 euros (la versión de 128 GB), el S25+ empieza en 1.159 euros (con 256 GB) y el Galaxy S25 Ultra se podrá comprar desde 1.459 euros (con 256 GB de capacidad).
Todos los dispositivos cuentan con 12 GB de RAM y un procesador Qualcomm Snapdragon 8 Elite for Galaxy, desarrollado mediante una colaboración entre el fabricante de chips y la propia Samsung. ¿El propósito? Adaptar el hardware desde su diseño, optimizándolo para ciertas funcionalidades que ofrece el dispositivo, como el procesamiento de IA y de imágenes.
Según Samsung, la IA del Galaxy S25 se orienta a impulsar una experiencia más personalizada. La tecnología, que se introdujo en el Galaxy S24, se ha expandido ya a los plegables de la marca, incluso a la gama media de la serie Galaxy A, a tabletas, ordenadores y wearables. La compañía afirma que unos 10 millones de usuarios utilizan las nuevas funciones de inteligencia artificial con cierta frecuencia.
En la generación anterior del dispositivo, el objetivo declarado de la IA era facilitar tareas, desde resumir textos, a editar fotografías o generar un mensaje para un email. Con el Galaxy S25, Samsung quiere que la tecnología sirva para controlar el dispositivo. La inteligencia artificial está preparada para adaptarse a los usuarios, aprendiendo de su comportamiento y sus preferencias.
El sistema incorpora los llamados agentes de IA, un concepto surgido el pasado año y destinado a automatizar tareas. Así, el Galaxy S25 permitirá que sus aplicaciones —tanto las de Samsung, como las de terceros, incluidas las de Google y otras, como WhatsApp— hablen entre sí para llevar a cabo una sucesión de acciones.
Samsung ha mostrado cómo mediante una instrucción sencilla de voz —”búscame un restaurante coreano y envíaselo a” un contacto de la agenda—, la IA pone en comunicación la aplicación de búsqueda con la app de mensajería preferida para enviar la información. Entre medias ha tenido que buscar la función de compartir para llevar a cabo la tarea. Son varios pasos, pero todo ocurre de forma automática para el usuario.
Los dos asistentes personales del terminal, Bixby (de Samsung) y Gemini (de Google, con quien la surcoreana tiene una alianza estrecha en el ámbito del software y ahora también en el de la IA) se comunican entre ellos. En este intercambio deciden quién es más adecuado para organizar las tareas que encomienda el usuario. Y una vez que este haya pedido algo, el dispositivo le resume qué aplicaciones intervendrán en el proceso y qué asistente se encarga de completarlo. Todo este intercambio se produce en One UI 7, la versión de sistema operativo de Samsung basada en Android 15.
Además, los nuevos Galaxy S25 incorporan funcionalidades específicamente diseñadas para aprovechar las capacidades de la IA. Se puede pedir a los dispositivos un adelanto del día, que incluye el tiempo que va a hacer, las citas que tienes por delante en el calendario, una selección de fotos que has hecho previamente y las noticias más importantes del día, según tus intereses. También es posible hacer una fotografía y preguntarle sobre ella. Algo que ya se permitía de forma limitada anteriormente, sobre todo para identificar un monumento o un objeto. Ahora las consultas pueden ser más complejas. Con una foto de la nevera se le puede preguntar qué comidas puedes preparar y, a continuación, pedirle las recetas.
Desde luego, esta inteligencia artificial trabaja con datos personales. En relación con este aspecto, Samsung ha destacado la presencia de un personal data engine, un sistema para gestionar la información del usuario de forma que se proteja su privacidad.
Fotografía y vídeo fortificados con IA
La cámara de del Galaxy S25 Ultra, el terminal con más prestaciones, incorpora un nuevo sensor ultra gran angular de 50 megapíxeles, frente a los 12 megapíxeles de sus hermanos menores, que montan la misma lente que tenía la generación anterior. El nuevo gran angular supone una mejora para los disparos en modo macro y en condiciones de poca luminosidad La lente principal sigue siendo de 200 megapíxeles, a la que se suman dos teleobjetivos de 10 y 50 megapíxeles. Como novedad, los dispositivos pueden grabar vídeo en LOG, un formato que capta una gran cantidad de información audiovisual (una especie de equivalente al RAW en fotografía).
La inteligencia artificial amplía sus capacidades en este ámbito. En las fotografías, la IA borra objetos y personas para después rellenar el espacio vacío de forma más sofisticada. Es el propio dispositivo el que le sugiere al usuario qué aspectos de la imagen merece la pena eliminar. Estas acciones se llevan a cabo localmente, sin necesidad de recurrir a la nube.
El Galaxy S25 también cuenta con una funcionalidad para evitar que la gente salga con los ojos cerrados en una foto. Se activa una ráfaga y la IA combina las instantáneas con el fin de lograr varias versiones donde todas las personas aparezcan con los ojos abiertos.
En vídeo, uno de los beneficios más destacados es la reducción del ruido. La IA lo distingue entre los sonidos de mayor interés y permite al usuario reducirlo y elevar el volumen del resto del audio. Por ejemplo, en una grabación de un músico callejero será posible disminuir el rumor de los coches pasando y la cháchara de la gente, al mismo tiempo que se aumentan los decibelios de la melodía tocada.
Además, el Samsung Galaxy S25 tiene un hardware preparado para aumentar la disipación del calor, con el fin de acometer sin trabas el procesamiento de los algoritmos de inteligencia artificial, cada vez más exigentes. En cuanto a los materiales, la firma surcoreana prosigue su programa de sostenibilidad. Ha destacado que todos los componentes del exterior incorporan partes recicladas. Llama la atención el esfuerzo de recuperación en cobalto. El 50% de este compuesto, presente en las baterías de los nuevos dispositivos, se obtiene de terminales Galaxy antiguos. Por cierto, el Galaxy S25 Ultra tiene la de mayor tamaño (5000 mAh), rebasando por poco la del S25+ (4900 mAh) y la del S25 (4000 mAh).
Los dispositivos salen a la venta el día el 7 de febrero, aunque ya se pueden reservar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.