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Radiografía de un bulo: la supuesta solterona de la que se ríe la ‘manosfera’ y que lleva años casada

La historia de una mujer sacada de contexto años después para criticar al feminismo logra viralizar en medios tras una cadena que muestra la complejidad de la desinformación

Véronique documental de RTS
Un momento del reportaje de 2017 con Véronique jugando con su gato.RTS
Javier Salas

A un grupo de WhatsApp llega un link con una noticia sobre una solterona de libro: una mujer triste, sin hijos y con gatos, que se arrepiente demasiado tarde de no haber sido madre. Comentarios jocosos, emojis divertidos y a otra cosa. Pero la mujer existe. Y ahora vive con frustración cómo se ha tergiversado su dolor: “Me desespera”. Es desinformación en estado puro, con toda una maraña de complejidades en su interior. Para empezar, la solterona lleva años casada.

En diciembre de 2016, las autoridades sanitarias de Suiza revelaron un dato: el 36% de los suizos se sentía solo. La televisión pública del país decidió dedicarle a ese número un reportaje unos meses después, titulado Una vida de soledad, que protagonizaron siete personas con distintos perfiles: Pierre-Alain, Stéphanie, Véronique, Raffaele, Nancy, Isabelle y Alain. Pero solo una de ellas, Véronique, es objeto de burla, señalamiento y noticias virales siete años después. Una red de personajes antifeministas ha resucitado su historia, descontextualizada y manipulada, para difundir un mensaje machista que acaba en medios como ABC o el Milenio mexicano. Las bajas pasiones, el clickbait y la ideología han hecho el trabajo. “Es muy frustrante no tener ningún control sobre las consecuencias del programa”, reconoce ahora Véronique. Vendida como una víctima de la emancipación de la mujer, su escarnio público permite encender una bombilla en el laberinto de la desinformación. Es una anécdota que muestra la complejidad del fenómeno, ahora que hay gobiernos en todo el mundo, incluido el español, pretenden ponerle coto.

En el documental de 2017, Véronique reconocía su tristeza por su soledad, por no tener hijos y admitía entre lágrimas que nunca le habían dicho “te quiero”: “Me hubiera gustado escucharlo alguna vez en mi vida y ahora tengo 55 años y tengo miedo de que nadie me lo diga nunca más”. Ella sí quería una relación estable que no encontró: “Me pregunto por qué elijo siempre a los que no se comprometen”. La narración del documental explica que ha tenido una carrera profesional satisfactoria, con largas estancias en el extranjero, pero no lo conecta con su frustrante vida amorosa.

El clip que ha viralizado en 2024 sí lo conecta. El 25 de mayo, un usuario con un nombre tan legítimo como “prtpsmkgtvbnmw” subió a su cuenta de YouTube una versión antigua, editada y de mala calidad de la intervención de Véronique, que en la plataforma de vídeos ha tenido 29.000 visionados. Ese mismo día, se creaba un hilo de conversación en Forocoches con el vídeo, titulado “Mujer exitosa de 55 años, muy triste por no haber tenido hijos”, que ha alcanzado casi 900 comentarios. El primero ya establece el marco: “Así van a acabar muchas, menuda epidemia está por venir. Con el femimierdismo les han metido en la cabeza que han de hacer una ‘carrera’ profesional, en vez de centrarse en formar una familia”. La misma cuenta que sube el vídeo a Forocoches ya subió otro vídeo de la misma cuenta de YouTube (prtpsmkgtvbnmw, que solo tenía otros tres vídeos sobre feminismo), pero no logró su objetivo de prender la mecha.

Del vídeo original (sobre la soledad en la Suiza moderna) al clip de YouTube y el hilo en Forocoches ya se cambia el envoltorio para ofrecer una lectura totalmente nueva. Solo falta una vuelta de tuerca. El 26 de mayo (un día después de postearse en Forocoches), el diario ABC publica la historia con este titular: “Una mujer que priorizó su carrera se arrepiente de no tener hijos a los 55 años”. El subtítulo añade más leña: “Véronique renunció a ser madre por anteponer su vida profesional y las relaciones casuales, algo que lamenta ahora que se encuentra sola”. Véronique ni “priorizó”, ni “renunció”, ni antepuso, pero es la fórmula que triunfa. La cuenta de la red X de Capitán Bitcoin, figura habitual en la difusión de bulos contra la “dictadura progre”, compra rápidamente ese enfoque —que culpa de su propia soledad a Véronique— y lo tuitea casi copiado: lo ven más de 380.000 personas.

Pero el ABC tiene muchísimo más éxito con su pieza. Su publicación en Facebook se sitúa entre las cinco más vistas de su cabecera en las últimas semanas (según la herramienta de monitorización de redes Spike). Su primer tuit lo visualizan 4 millones de usuarios en X, en parte por culpa de muchas cuentas que critican al ABC, pero difundiendo una y otra vez el tuit original. Han conseguido viralizar, a lomos de partidarios y detractores: lo importante es el engagement, los sentimientos encendidos que provocan comentarios, republicaciones, más clics. La pieza la firma una redactora de SEO, periodistas que preparan noticias pensadas para que consigan más visitas por medio de Google y las redes sociales. Y se publica en la sección ABC Recreo, noticias frívolas y ligeras, acompañada de otras informaciones como “El motivo por el que no debes utilizar el programa rápido de la lavadora” y “Desvelan el motivo real de la boda de Julián Muñoz y Mayte Zaldívar”.

Pero la historia de Véronique no es solo clickbait, también es desinformación. Lo lamenta ahora la protagonista de la historia, cuyo email es fácil encontrar en un simple googleo, y que se siente frustrada por la situación. “Es una lección y también es la época en la que vivimos, me desespera…”, responde al ver que se ofrece su vida como una moraleja contra la emancipación de la mujer. En una búsqueda de cinco minutos, se llega a su correo electrónico y también a su cuenta de Instagram, en la que pueden verse las fotos de su boda hace cuatro años, en julio de 2020. “¡Conocí a mi marido gracias al programa!”, enfatiza. No es nada difícil cotejar lo que se ve en un vídeo chapucero subido a una cuenta sospechosa en YouTube.

El peligro de desinformar

“Es pura manosfera en un periódico serio, han roto la última frontera”, resume Elisa García-Mingo, que lleva años investigando la misoginia en las redes, la llamada manosfera. Estos actores intentan diseminar todo lo que pueden su ideología machista y reaccionaria: lo llaman “polinizar”. Y filtrar su mensaje hasta una noticia viral del ABC (y los múltiples medios latinoamericanos que lo replicaron) es todo un éxito de polinización. “Es el desenfado: cuesta establecer la línea entre una noticia viral para reírse y el discurso machista, pero ese es el verdadero papel de la manosfera”, explica García-Mingo, ”romper los consensos, el pacto social frente al sexismo, colar la misoginia por la puerta de atrás, con humor y mensajes divertidos”.

La investigadora de la Universidad Complutense señala otra perspectiva del problema, fomentada por los incentivos endemoniados de los medios, que buscan a la desesperada más visitas para sus webs: “Rentabilizar y monetizar la misoginia, hacer clickbait con ella, porque vende económicamente. Los medios serios no pueden permitirse eso”, critica. Casi todas las webs informativas cuentan con una sección dedicada a lo viral, con poco esfuerzo y escaso filtro, donde se recogen historias intrascendentes pescadas en su mayoría en redes o programas de TV, como podría ser la de una mujer solitaria en Suiza.

Pero a veces hay una importante carga ideológica detrás. La experta asegura que es un tipo de mensaje que últimamente ve mucho, sobre “mujeres que no se definen como feministas, pero que están bajo la dictadura del feminismo, a las que se les dice: ‘Despierta, te vas a quedar sola”. El segundo comentario más votado en la pieza del ABC dice: “Miles y miles de españolas viven lo mismo. Las han engañado pero bien”.

La responsabilidad de medios serios como ABC es determinante, como mostraba el último gran estudio sobre desinformación en redes sociales, publicado en la revista Science: los titulares engañosos de medios tradicionales son más peligrosos que las historias falsas de webs malintencionadas. Jennifer Allen, investigadora del MIT y coautora del artículo, lo resumía así: “La competencia por los clics es un reto, pero no creo que eso libere a los medios de responsabilidad”. El ecosistema de las llamadas fake news, las conspiraciones de todo tipo y los mensajes reaccionarios “es muy poroso”, señala García-Mingo, y sus mensajes se filtran de muchas maneras. El 81% de los europeos cree que la existencia de noticias que tergiversan la realidad son “un problema para la democracia”. A veces solo son un link sobre el que bromear con los amigos en un grupo de WhatsApp.

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Sobre la firma

Javier Salas
Jefe de sección de Ciencia, Tecnología y Salud y Bienestar. Cofundador de MATERIA, sección de ciencia de EL PAÍS, ejerce como periodista desde 2006. Antes, trabajó en Informativos Telecinco y el diario Público. En 2021 recibió el Premio Ortega y Gasset.
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